República Dominicana anunció su disposición de hacer cumplir las leyes migratorias del país que, entre otras medidas, establecen la contratación de trabajadores extranjeros con su documentación hábil, además de que estos solo pueden representar un máximo del 20 % de la plantilla de una empresa.
En ese sentido, las autoridades dieron un plazo de tres meses para que las empresas apliquen esta disposición al amparo de la Ley General de Migración, o de lo contrario serán objeto de multas que irían de 5 a 30 salarios mínimos para los empleadores que contraten a extranjeros en condición migratoria irregular.
Las autoridades también informaron que tomarán las medidas necesarias, en cumplimiento de la ley, para evitar el ingreso a la nación de todo ciudadano que implique una carga «irrazonable» para las finanzas públicas, incluyendo mujeres que se encuentren en estado de comprobada gestación igual o posterior a los seis meses.
El ministro de Interior y Policía dominicano, Jesús Vásquez Martínez, así lo dio a conocer en un documento que leyó ante los medios de comunicación, tras una reunión del Consejo Nacional de Migración que encabeza su oficina.
El funcionario aseguró que durante «muchos años» la regulación y control del movimiento de personas que entran y salen de República Dominicana ha sido «parcial o nula», afectando los intereses nacionales.
«Esta administración tiene una posición clara y firme sobre la mejor manera de manejar este problema persistente: la única solución posible es el cumplimiento del ordenamiento jurídico nacional en materia migratoria», afirmó Vásquez.
Alertó, que, pese a que las empresas establecidas en el país conocen de las regulaciones para la contratación de personal extranjero, en muchos sectores de la economía dominicana no se cumple con el mandato de la ley.
«Esta práctica tan nociva es la responsable de que ahora tengamos una población de inmigrantes que sobrecarga los servicios públicos y las finanzas del país», agregó el ministro.
En República Dominicana residen miles de haitianos en condiciones migratorias irregulares, muchos de los cuales son empleados en los sectores construcción y agrícola, mientras otros son vendedores callejeros.
El presidente dominicano, Luis Abinader, dijo a mediados del mes durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU, de que «no hay ni habrá jamás» una solución dominicana para la «crisis de Haití».
«Ante la división que existe entre el liderazgo haitiano y el peligro que representan las bandas criminales que controlan parte del territorio de ese país, los haitianos por sí solos no podrán pacificar a su país», advirtió el mandatario en esa oportunidad.
Las autoridades dominicanas, además, han iniciado una licitación internacional para la construcción de una verja fronteriza «física y tecnológica» entre ambos países.