Cada año cuando el mes de julio se aproxima, los argentinos en el área de Filadelfia comienzan a planear los festejos de la Independencia. Primero la de Estados Unidos el 4 de Julio y unos días más tarde la Independencia de la República Argentina, el 9 de Julio.
En 1776, año histórico para esta nación, al sur del continente americano, nació el Virreinato del Rio de la Plata con capital en Buenos Aires, puerto clave para el comercio español de la época, que separaba del Virreinato del alto Perú, más al norte.
40 años más tarde, la Argentina declaraba la Independencia de todo imperio extranjero, el 9 de Julio de 1816, en la pequeña y muy bonita Provincia de Tucumán al norte del país. No sin una serie de guerras y revoluciones que comenzaron con las invasiones inglesas en 1806 y 1807, que son expulsadas de la Argentina y el Uruguay, de una manera humillante para el ejército invasor. 3 años más tarde, en el Cabildo Abierto de Buenos Aires, se declara la Revolución de Mayo.
Fue el 25 de mayo de 1810 la rebelión al Virrey y al Imperio Español que gobernaba el Continente Americano.
En los primeros días de Julio, los argentinos vemos la Independencia de ambos países, los Estados Unidos y la Argentina con similitudes y diferencias. No es hasta que el ejército libertador de las Provincias Unidas del Rio de la Plata vence al ejército español en una serie de batallas revolucionarias, que se declara la Independencia.
En Estados Unidos, en cambio, parece convencido que la declaración de la Independencia redactada y firmada en Filadelfia es definitiva, aunque se suceden una serie de batallas con el ejército británico hasta 1783 donde finalmente triunfa el ejército de George Washington. Entonces ¿el 4 de Julio de 1776 es una Independencia o una Revolución?, se preguntan los argentinos en el área.
En estas celebraciones, los argentinos le rendimos honor cada año al busto del General José de San Martin ubicado en el Segundo piso del City Hall de Filadelfia en las cercanías de las oficinas del alcalde. El Padre de la Patria liberó del Imperio Español a Argentina, Chile y luego seguiría Perú en 1821. Un año más tarde culmina su tarea en la cumbre con Simón Bolívar en Guayaquil, Ecuador. Ambas Independencias tienen algo en común. La ayuda del ejército y la flota francesa que apoya a ambas naciones en su lucha. La herencia francesa está asentada en la arquitectura de las calles de Buenos Aires, una realidad visible para los que tuvieron la oportunidad de visitar esa capital con tono europeo en el sur del continente. Esa ayuda francesa se destaca con la expedición del marino franco argentino Hipólito Bouchard, comandando la fragata. La Argentina que conquista temporariamente ciudades de Centroamérica, donde la bandera celeste y blanca deja precedentes en varias de las banderas de los países hermanos, e inclusive en lo que hoy es Monterrey, México y California. Sí ‘Alguna vez California fue Argentina’. Esta apasionante historia la dejamos para una próxima ocasión, donde nos seguiremos adentrando en la historia de “Latinoamérica, tu país”.