Doha, Catar. — La sangre joven de Argentina salió al rescate tras un tropiezo de Lionel Messi y sometió 2-0 a Polonia para meterse en los octavos de final del Mundial.
El mediocampista Alexis Mac Allister y el delantero Julián Álvarez, que no eran titulares en la Albiceleste antes de la Copa del Mundo, anotaron los goles del triunfo a los 46 y 67 minutos el miércoles en el estadio 974, con dominio de hinchas albicelestes en sus 40.000 butacas.
Argentina, que había sufrido un inesperado tropiezo en el debut ante Arabia Saudí, quedó líder del Grupo C con seis puntos y jugará los octavos de final el sábado ante Australia, evitando así cruzarse con el vigente campeón Francia, su verdugo hace cuatro años.
“El partido con Australia va a ser muy difícil. Cualquiera le gana a cualquiera, todo está muy igualado”, avisó Messi. «Ahora empieza otro Mundial y ojalá podamos seguir manteniendo lo que hicimos hoy”.
Pese a la derrota, Polonia — con cuatro puntos — también se metió entre los 16 mejores del certamen por primera vez desde 1986. México (4 unidades) le ganó 2-1 a Arabia Saudí (3), pero quedó eliminado por tener una menor diferencia de gol a su favor.
A los 39 minutos, el arquero polaco Wojciech Szczesny le atajó un penal a Messi. Fue el segundo que le frustraron al capitán argentino de 35 años, en una Copa del Mundo. El primero había sido hace cuatro años ante Islandia.
“Con bronca por haber errado el penal, pero el equipo salió fortalecido tras ese error mío”, dijo Messi. “Sabíamos que, una vez que entrara el primer gol, iba a cambiar el partido”.
Polonia especuló y cedió la iniciativa a Messi y compañía. Fue un monólogo albiceleste, pero el gol se hizo esperar.
Tras un oportuno desborde del lateral Nahuel Molina en el inicio del complemento, Mac Allister recibió y doblegó a Szczesny con un remate de zurda mordido.
Álvarez, que reemplazó en este partido al habitual titular Lautaro Martínez, anotó el segundo tras una asistencia del volante Enzo Fernández, otro de los novatos de Argentina que se metió en el equipo para este decisivo partido.
Aunque se había presentado como el choque de estrellas entre los máximos goleadores históricos de cada una de las selecciones, Lionel Messi y Robert Lewandowski, ninguno de los dos dejó su sello en la red. El primero falló un penal y el polaco ni siquiera remató al arco.
El técnico argentino Lionel Scaloni pateó el tablero y dispuso cuatro cambios en el equipo respecto al once que le ganó 2-0 a México en el segundo partido de la zona.
El zaguero Cristian Romero y el lateral Molina reemplazaron a Lisandro Martínez y Gonzalo Montiel, los dos primeros con mayor altura para controlar el juego aéreo de los polacos.
Fernández, autor de uno de los goles ante los mexicanos, desplazó a Guido Rodríguez. En tanto que la mayor sorpresa estuvo en ataque, con la apuesta por el joven delantero del Manchester City en lugar de Martínez, el segundo máximo anotador en el ciclo de Scaloni detrás de Messi, pero que todavía no anotó en la Copa del Mundo.
En el tercer cruce mundialista entre ambos equipos, la Albiceleste justificó con sobrados argumentos el triunfo, pero le costó un tiempo por mérito de Szczesny, que venía con la valla invicta antes de este duelo.
A los diez minutos, el arquero de la Juventus se interpuso ante un zurdazo cruzado del Diez. Luego salvó lo que era un gol olímpico desde el tiro de esquina de Ángel Di María. Y para coronarse héroe le atajó el penal a Messi.
A los 36 minutos Mac Allister asistió a la “Araña” Álvarez, que quedó de frente al arco y remató. Szczesny dio rebote, que otra vez el joven atacante aprovechó para lanzar un centro al área chica. Messi saltó a cabecear y el arquero lo golpeó con la mano en rostro.
Tras revisión del VAR, el árbitro holandés Danny Makkelie sancionó penal. Messi lo ejecutó con un tiro de media altura que Szczesny llegó a despejar con su mano derecha.
Es el segundo penal que le atajan a Messi, de 35 años, en una Copa del Mundo. El primero había sido hace cuatro años ante Islandia. El astro del París Saint-Germain había anotado un penal en el fallido debut ante Arabia Saudí.
Los hinchas argentinos, mayoría en el estadio, enseguida buscaron levantar la moral de su capitán al grito de “Messi, Messi, Messi”.
El percance de su máxima figura no desmoralizó a los dirigidos por Scaloni, que apenas iniciado el complemento tomaron la ventaja.
Romero avanzó sobre campo contrario y se asoció con Molina, quien desbordó y asistió a Mac Allister. El volante batió a Szczesny con un remate de zurda mordido.
Fernández y Álvarez reeditaron la exitosa sociedad que compartieron en River Plate hasta hace muy poco y sellaron la clasificación. En un contragolpe, el actual volante del Benfica de Portugal dejó a Álvarez sólo de frente al arco y éste la clavó en el ángulo izquierdo del arquero.
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