Kansas City, Missouri, EE.UU. — Orgulloso, Clark Hunt alzó el trofeo de campeones de la Conferencia Americana que lleva el nombre de su padre. Su conquista significaba que los Chiefs habían obtenido otro boleto para el Super Bowl, su tercero en cuatro años.
Pese a los éxitos recientes, Hunt recordó que, no hace mucho tiempo, el equipo parecía incapaz de obtener títulos.
Pasaron 50 años entre dos viajes al Super Bowl. El entrenador Andy Reid y el quarterback Patrick Mahomes rompieron la maldición en 2020.
Fueron cinco décadas completas de decepciones y desesperación.
Siempre pragmático, Hunt suele hacer mención del medio siglo sin logros relevantes para mantener en una buena perspectiva los resultados actuales.
“No sé si esto pueda mejorar, pero sí sabemos que no debemos darlo como algo gratuito”, dijo esta semana. “Algo de lo que ocurre cuando pasas 50 años sin ir al Super Bowl es que aprendes a apreciarlo. Sabes que, ciertamente en los últimos cinco años, hemos sido bendecidos por jugar en cinco finales seguidas de la Americana, todas aquí en casa, además de tres Super Bowls”.
Tampoco menosprecia la ocasión Jeffrey Lurie, quien compró los Eagles de Filadelfia en la década de 1990 y llevó al equipo hacia cuatro finales de conferencia y un Super Bowl antes de conquistar finalmente su primer Trofeo Lombardi.
Los Eagles llegaron a los playoffs en dos ocasiones más, antes de caer a una desastrosa foja de 4-11-1 hace un par de años.
Muchas de esas decepciones llegaron cuando Reid era el entrenador. Ése es uno de los condimentos principales en la trama del Super Bowl del 12 de febrero en Glendale, Arizona.
“Jeffrey es un dueño fenomenal”, dijo Reid, cuya afinidad con el hombre que le dio su primera oportunidad como entrenador en jefe no parece deteriorada por el hecho de que Lurie lo terminó echando. “Hizo un gran trabajo por mí y por mi familia”.
En realidad, los dos propietarios han hecho bien por sus franquicias y sus ciudades.
Hunt tenía unos zapatos muy grandes que llenar. Su padre, el empresario texano Lamar Hunt había fallecido en 2006, tras una trayectoria que lo convirtió en una figura adorada en Kansas City.
Ayudó a fundar la Liga Americana, estableció a los Chiefs e incluso acuñó el término “Super Bowl”. Fue además una de las figuras clave en la creación de la MLS.
Los primeros pasos de Clark Hunt fueron erráticos, incluida una serie de entrenadores y gerente generales a quienes contrató con sonoras fanfarrias pero que después dieron nulos resultados. De manera lenta pero constante, trabajó detrás de los telones para convertirse en uno de los dueños más respetados de la NFL.
Forma parte de comités importantes e incluso ayudó a conjurar el paro de 2011.
Dos años después, Hunt cambió todo el rumbo de los Chiefs, con un viaje a Filadelfia.
Reid acababa de quedarse desempleado cuando Hunt, quien había destituido recién a Romeo Crennel, pidió reunirse con el exentrenador de los Eagles. La entrevista se realizó el 2 de enero de 2013 en una sala de conferencias del área del aeropuerto de Filadelfia.
Sobre la pista, estaba un avión, enviado por los Cardinals, con el objetivo de llevar a Reid a otra entrevista.
Hunt demostró dos cosas ese día: Que era un empresario astuto y un vendedor excepcional. Convenció a Reid de que podían construir un equipo ganador en Kansas City —jamás abordó ese otro avión.
Durante la última década, los Chiefs han hecho justo eso, con siete títulos de la División Oeste de la Americana, cuatro cetros de conferencia y, esperan, un segundo trofeo Lombardi.
“Internamente teníamos altas expectativas”, dijo Hunt. “Pero si escuchabas mucho a la prensa nacional podías pensar que no teníamos oportunidad en esta temporada… De verdad, el mérito es de Andy y del personal de entrenadores».
Además del dueño.
En Filadelfia, el despido de Reid abrió la puerta a la llegada de Chip Kelly, entrenador asombrosamente exitoso en el fútbol americano colegial, quien sin embargo fracasó con los Eagles.
Lurie, productor de cine, decidió contratar a Doug Pederson, entonces coordinador ofensivo de Reid. En dos años, Pederson hizo lo que no pudo lograr Reid: Ganar el Super Bowl.
Pederson se clasificó a los playoffs en dos ocasiones más, antes de que la relación se agriara. Fue también destituido.
De manera sorpresiva, Lurie contrató a Nick Siriani, quien era coordinador ofensivo de Indianápolis.
Si la contratación de Reid puso de manifiesto los talentos de Hunt, la de Siriani dejó claro que Lurie tenía un ojo privilegiado para detectar talento y contaba con la audacia para hacer una apuesta arriesgada.
Los Eagles cayeron en la ronda de comodines durante la primera temporada de Sirianni. En la segunda, han vuelto al Super Bowl.
“No puedo sobrestimar el valor de los entrenadores”, dijo Lurie. “Nick es sobresaliente —inteligente, se relaciona con todos, se interesa, es apasionado. Y al mismo tiempo, su personal es destacado. Todos tienen una edad similar, son jóvenes y se llevan muy bien. Hay que tener una gran cultura de entrenadores, y él la tiene”.
Pero es Lurie quien ha establecido una cultura de éxito con la organización de los Eagles, tal como Hunt lo hizo con los Chiefs.
“He salido a comer con él algunas veces. Hablo con él cuando está en las instalaciones, porque está aquí a menudo”, dijo el tight end Dallas Goedert, en referencia a Lurie. “Simplemente estoy agradecido de verdad con él y con todo lo que da al equipo para que seamos tan exitosos como hemos sido. Es el mejor para adaptarse a la cultura de Filadelfia. Sabe lo importante que es el fútbol americano y los Eagles para la ciudad».