Lionel Messi ha realizado una nueva maniobra deslumbrante. Desembarca en la MLS de Estados Unidos, para jugar con el Inter Miami.
Después de conjeturas que llevaron meses — años, incluso —, la decisión de Messi de incorporarse al club de Miami finalmente la confirmó el propio jugador el miércoles. Y fue influida por otro icono del fútbol mundial.
El club ha tenido como líder a David Beckham desde su fundación hace cinco años. Pero el exjugador inglés no ha podido cosechar éxitos como dirigente del equipo.
Quizás eso cambie con Messi. Jorge Mas, uno de los dueños del Inter, tuiteó una foto en la que se apreciaba la silueta oscura de la camiseta de Messi, poco antes de que el crack argentino revelara su decisión en entrevistas con los medios españoles Mundo Deportivo y Sport.
“Tomé la decisión de que voy a ir a Miami. Todavía no lo tengo cerrado al 100%. Me faltan algunas cosas pero decidimos continuar el camino”, dijo en entrevista con los diarios deportivos Mundo Deportivo y a Sport.
En todos los sentidos, es un anuncio impactante.
Se presumía ampliamente que el astro argentino iba a firmar con Al-Hilal, un club de Arabia Saudí, siguiéndole los pasos a su eterno rival Cristiano Ronaldo, en una nación en la cual varios de sus clubes son financiados por el fondo soberano del gobierno. También se había tanteado la posibilidad de volver al Barcelona, el equipo donde se formó y forjó su leyenda.
Al final, tomó una decisión que sorprendió a muchos. Messi se une a la MLS.
En las entrevistas del miércoles, dijo que faltaban algunos detalles por definir, pero había tomado la decisión de continuar su camino en Miami.
“Tuve ofertas de otros equipos europeos pero ni siquiera las evalué porque mi idea era ir a Barcelona y si no salía lo del Barcelona, analizándolo, pues salir del fútbol europeo y mucho más después de haber ganado el Mundial, que era lo que me faltaba para cerrar mi carrera por este lado y vivir la Liga de Estados Unidos de otra manera”, añadió.
No aceptó el dinero. No se inclinó por los recuerdos. Optó por Miami.
“Estamos complacidos por el hecho de que Lionel Messi haya declarado que pretende unirse al Inter de Miami y a la Major League Soccer este verano”, manifestó en un comunicado la liga dde fútbol de Estados Unidos y Canadá. “Aunque falta trabajo para definir un acuerdo formal, estamos ansiosos por darle la bienvenida a nuestra liga a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos”.
Los próximos partidos de Messi serán probablemente amistosos con Argentina ante Australia el 15 de junio en Beijing y cuatro días después ante Indonesia en Yakarta.
El debut con el Inter llegaría en algún momento de julio.
El siete veces ganador del Balón de Oro al mejor futbolista del mundo cambia de continente tras dos años con el Paris Saint-Germain. A sus 35 años, Messi absolutamente no tiene nada que demostrar en el fútbol tras haber completado su obra cumbre cuando alzó la Copa Mundial con Argentina en diciembre.
Si acaso está en su currículum la mancha de que con el PSG no pudo conquistar la Liga de Campeones.
“Esperaba terminar de otra manera, pero bueno, fueron dos años, los cuales, en general fueron difíciles para mí, pero que ya quedaron atrás”, admitió sobre su despedida del club parisiense, muchos de cuyos seguidores lo abuchearon o pitaron en los encuentros más recientes.
Messi ha anotado más de 800 goles en su carrera. Firmó un doblete en la final del último Mundial ante Francia, en el que la Albiceleste se impuso en una tanda de penales tras empatar 3-3 al cabo de 120 minutos.
En más de 17 años con la selección argentina, ha marcado 102 dianas ante 38 rivales distintos. Dieciséis fueron en suelo estadounidense.
Ahora llega a la MLS en un equipo a la deriva — sumido en el último lugar de la Conferencia Este, apenas días después que despido al técnico Phil Neville (elegido por Beckham hace dos años) y con el argentino Javier Morales a cargo interinamente.
La decisión de Messi de irse a Estados Unidos significa el mayor golpe de efecto para el fútbol de Estados Unidos.
Varias luminarias del deporte — Pelé, Thierry Henry y el propio Beckham — se fueron a Estados Unidos en el ocaso de sus carreras. Pero importar a un jugador que aún brilla y apenas después de consagrarse campeón del mundo es sencillamente colosal.
Tomó meses de negociaciones con la MLS, los dueños de Inter Miami, Adidas e incluso la participación de Apple para que Messi aceptara la oferta de Miami.
Apple, socio de transmisiones de la MLS, anunció el martes que difundirá un documental de cuatro capítulos, aún sin título, “que incluirá acceso exclusivo detrás del escenario hacia el superastro global Lionel Messi… En sus propias palabras, Messi narra la historia definitiva de su carrera increíble con la selección nacional de Argentina, proporcionando una mirada íntima y sin precedentes hacia su lucha por una victoria en el Mundial que definió su legado”.
El siguiente capítulo se escribirá en la Florida.
La decisión pone fin a una telenovela. Barcelona es el club donde Messi se pulió como futbolista y se hizo astro. Pero los problemas financieros que obligaron al equipo a dejar ir al argentino hace dos años siguen ahí.
“Escuché que tenían que vender o bajarle el sueldo a jugadores”, dijo Messi el miércoles. “La verdad es que yo no quería pasar por eso ni hacerme cargo de obtener algo que tuviera que ver con eso. Ya se me acusó de muchísimas cosas que no fueron ciertas en mi carrera en Barcelona”.
En cambio, no había problema financiero alguno con Arabia Saudí. La especulación de que el astro terminaría ahí se intensificó después de un viaje no autorizado al reino.
La visita le costó a Messi una suspensión por parte del PSG y el rechazo de los aficionados, que comenzaron entonces a manifestarle su rechazo hasta el fin de su aventura en Francia.
Todos sabían que no volvería con el PSG. Pocos pensaban tal vez que acabaría en Miami. Pero va para allá.
Y esta mudanza de un superastro a la ciudad podría causar incluso más revuelo que la emprendida por LeBron James al Heat en el basquetbol hace 13 años.