Tokio, Japón.- La psicóloga del equipo español de vela en Tokio 2020, Cristina Hill Bestard, asegura que «la salud mental es para siempre, la preparación deportiva no», en alusión al debate desatado estos días después de que la gimnasta estadounidense Simone Biles haya dejado de competir en algunas pruebas de los Juegos por problemas de una índole que no son físicos.
Tras esta decisión de la quíntuple medallista en Río 2016, la psicóloga del equipo olímpico, que trabaja con la Real Federación Española de Vela (RFEV) desde 2018, señala que «lo primero es la salud mental y hacer encajar mejor la preparación deportiva».
«Si una rutina deportiva es forzada, a la larga no compensa. Conseguir que el deportista vea los beneficios de cada pauta y busque la forma de sacarlo todo adelante con una salud mental adecuada es parte del trabajo psicológico», relata Cristina Hill.
La licenciada en psicología considera que, en general, «cada vez más se le está dando la importancia que tiene» a la salud mental en el deporte pero todavía falta mucho».
«Creo que se debe trabajar desde la base y no dejar el trabajo psicológico solamente cuando el deportista se encuentra en un nivel de alto rendimiento», declara.
Al respecto, aclara que «hoy en día en España aún hay deportes que no trabajan con la psicología, por suerte en la vela sí que se hace. En cambio, a nivel internacional hay países en los que la psicología forma parte de un entrenamiento diario y está muy bien valorada».
Subraya que «es importante entender que en una preparación olímpica el trabajo se realiza durante toda la campaña. Hay que aprender a gestionar emociones y situaciones y ver el progreso que el deportista va haciendo en cada campo. No es solamente estar en una competición; es un trabajo de largo recorrido».
Hill, que se encuentra en Enoshima, sede de la vela en los Juegos, apuntó que, por su forma de trabajar, suele centrarse en los entrenadores de los deportistas porque «son los que llevan la carga diaria y los ojos que todo lo observan. Si se consigue formar al entrenador, todo es más fácil para que el rendimiento del deportista sea máximo».
También considera que acompañar a los deportistas en la competición es importante porque en estos momentos es cuando puede «hacer una observación más real».
«También sirve para comprobar de primera mano si se pueden tachar algunos aspectos del trabajo realizado, si se están cumpliendo los objetivos y si el deportista está progresando con la programación psicológica», afirma.
La psicóloga comentó que «el miedo más común del deportista es no cumplir con las expectativas: tanto las propias como las externas» y que ella trabaja para que «no se pierda la percepción objetiva y real».
«No deben olvidarse de las expectativas y objetivos de cada momento concreto. Conseguir un ambiente tranquilo y sin presión también es un aspecto fundamental. Normalmente el deportista es consciente de sus miedos y él mismo es quien reclama tener esos puntos de trabajo bajo control», explica.
Sobre lo que se han encontrado los regatistas en estos Juegos, la psicóloga cree que «no se han sorprendido con nada» y afirma que «se ha trabajado para estas situaciones y están preparados».
«En psicología siempre intentamos que el trabajo sea controlable por el deportista, pero hay variables externas que son difíciles de controlar y de eso somos también conscientes. Por ejemplo: las condiciones meteorológicas en el deporte de la vela», puntualiza Hill, quien destaca que su «trabajo termina cuando el deportista está bien, con nuevos proyectos y la mente clara».