Park City (EE.UU.).- Las cineastas mexicanas Fernanda Valadez y Astrid Rondero llegaron con ‘Sujo’ el pasado viernes al Festival de Cine de Sundance (Park City, Utah), una historia que, cuentan en una entrevista con EFE, se hizo con la «convicción ética» de demostrar que las nuevas generaciones de niños víctimas del narco no tienen su futuro predestinado.
«Cometer un error en la adolescencia en otro país, no te cuesta lo que te cuesta hacerlo en México», dice Rondero, guionista y directora del filme que forma parte de la selección en género dramático internacional en el reputado festival de cine independiente.
Sujo, un pequeño niño callado y obediente, se queda encerrado en el coche de su padre esperando a que este regrese. Aunque en esa ocasión volverá a buscarlo, la próxima vez que se quede solo no correrá con la misma suerte y se convertirá en un huérfano más del narco, cargando con la cruz de los errores de su padre.
Valadez y Rondero compitieron por primera vez en Sundance en 2020 cuando presentaron ‘Sin señas particulares’, una cinta en la que retrataban los daños colaterales de la violencia del narcotráfico al seguir el tortuoso camino de una madre en busca de su hijo desaparecido.
La cinta tan desesperanzadora que lograron hizo que el dúo de mujeres sintiera la responsabilidad de imaginar una historia en la que pudieran contar que el destino de los mexicanos, en especial el de los jóvenes víctimas directas del narco, no tenía que ser necesariamente violento.
«(‘Sujo’) es un poco una continuación de ‘Sin señas…’, partíamos del mismo lugar pero a otro camino, nos preguntábamos cómo un chico puede salir de ese círculo de violencia», explica Rondero.
Además, impactadas por los escritos sobre el narcotráfico del periodista asesinado Javier Valdez, y después de reflexionar sobre la cantidad de niños que son hijos de victimarios, decidieron centrar su historia en una que ejemplifica muchas del país.
El pasado que le precede a Sujo lo mantiene aislado del pueblo junto a su tía Nemesia. No puede ir a la escuela, tras la muerte de su padre algunos buscan matarlo y su único contacto con el mundo será una amiga de su tía y sus dos hijos, a quienes considera sus hermanos.
«Queríamos contar cómo una personalidad como la de Sujo se forma y cómo todos los elementos de su vida lo llevan a poder salir de un círculo de violencia», dice Rondero.
La respuesta se va tejiendo gracias a una red de ayuda que le brindan tres mujeres en distintas etapas de su vida, en forma de representación de aquellas mujeres que luchan con las pérdidas de esposos, cuñados y amigos a causa de la violencia.
Sin embargo, las preguntas sobre el origen de la violencia siguen siendo un enigma.
«Nosotras seguimos sin tener respuestas claras, pero de entrada es que ya no solo es una sola generación la que ha crecido con la violencia, son varias las que ya nacieron en estas circunstancias», afirma Valadez.
Como ya es usual en su trabajo, las cineastas utilizan recursos poéticos y místicos que nutren el relato con la identidad de algunos pueblos y comunidades rurales de México, pero desde la visión infantil.
La película se estrenó en el marco del 40 aniversario de Sundance y se enfrenta a títulos como ‘Reinas'(Perú-Suiza-España), ‘Malú’ (Brasil) o ‘Veni Vidi Vici’ (Austria). Los ganadores de la competencia de largometrajes se darán a conocer el 26 de enero en una ceremonia privada.