Bad Bunny abrió la ceremonia de los Grammy 2023 en los Angeles, con un show que usó elementos de las famosas Fiestas de la Calle San Sebastián, que tienen lugar cada enero en San Juan, la capital de Puerto Rico, y son reconocidas como la celebración más grande e importante del territorio caribeño.
El cantautor boricua, que hizo historia como el primer latino nominado en la categoría álbum del año con un disco completamente en español, inició el espectáculo cantando su éxito «Después de la playa», un reguetón fusionado con merengue.
La canción, que forma parte de un «Un verano sin ti», Benito la acompañó con bailarines que llevaban ropa folclórica puertorriqueña, mientras que la escenografía estaba compuesta por palmeras y luces que emulaban los paisajes de su isla natal.
El cantante boricua fue el artista más escuchado en el mundo a través de Spotify en 2022 por tercer año consecutivo.
El cantante, que además ganó el premio a mejor álbum de música urbana, incluyó en su presentación un ritmo oriundo del sur de Puerto Rico que tiene raíces afrocaribeñas, conocido como plena, y un grupo de personas con máscaras gigantes que en la isla son llamados cabezudos; entre las que estaban representadas personalidades como el cantante Tego Calderón, el beisbolista Roberto Clemente y la poeta Julia de Burgos.
La plena es protagonista de las Fiestas de la Calle San Sebastián, donde la gente la toca, baila y canta en vivo alrededor de las plazas y pequeñas calles del Viejo San Juan, es uno de los géneros que ha influido en otros ritmos de la isla, como el propio reguetón por el que se destaca Bad Bunny.
«Ahora todos quieren ser latinos, pero les falta sazón, batería y reguetón», dijo el músico.
Su música y puesta en escena fueron enormemente disfrutadas por quienes asistieron a la gala, desde la estadounidense Taylor Swift, a quien se la vio moviendo las caderas al ritmo del merengue, hasta el astro británico Harry Styles.
Durante las Fiestas de la Calle San Sebastián, el Viejo San Juan, la zona histórica de la capital de Puerto Rico que aún conserva edificios coloniales y calles adoquinadas, se llena de miles de personas que asisten para ver a artistas en vivo, degustar comida típica local y comprar obras de arte autóctonas.
La celebración, que se lleva a cabo cada tercer fin de semana de enero, comenzó en 1950 con la intención de celebrar a San Sebastián, un hombre nacido en Francia que en el siglo III se convirtió en mártir de la Iglesia católica por no querer renunciar a su fe.
En un inicio, las festividades buscaban recaudar fondos para mantener las iglesias de la ciudad amurallada, como también se le conoce al Viejo San Juan.
Ahora han mutado a una enorme actividad que, al menos este 2023, congregó a cerca de un millón de personas en el pequeño casco colonial, en una isla con 3,2 millones de habitantes.
Las Fiestas de la Calle, como actualmente son conocidas, son también un espacio en el que nuevos y viejos cantantes boricuas se encuentran. Se considera una oportunidad para que los artistas locales, algunos de los cuales han alcanzado fama mundial, hagan sus presentaciones. Es también una importante fuente de ingresos para los negocios de la zona.
Bad Bunny, en otro gesto que tuvo la intención de reforzar sus raíces boricuas, colaboró con una importante compañía de teatro local para la elaboración de los cabezudos.
«Para nosotros representa un inmenso orgullo la oportunidad poder llevar al escenario de los premios Grammy el espíritu de las Fiestas de la Calle San Sebastián, donde celebramos nuestra idiosincrasia e identidad cultural y homenajeamos con cabezudos a las mujeres y hombres que la enriquecen», publicó el colectivo Agua, Sol y Sereno en sus redes sociales.