Los Ángeles, EE. UU.- El filme «Sorcery», dirigido por el chileno Christopher Murray, llega a la recta final del Festival de Sundance con grandes posibilidades de triunfar gracias a una historia de resistencia ancestral indígena ante el colonialismo en Chile.
La cinta compite en la categoría de mejor película internacional y se proyectará en seis sesiones en total a lo largo de Sundance, el certamen de cine independiente más prestigioso del mundo.
Se trata de una coproducción -en la que estuvieron implicados los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín, entre otros- que en las próximas semanas también se presentará en el Festival de Cine de Gotemburgo (Suecia) para comenzar su andadura por diferentes certámenes europeos.
«Brujería» (título en español de este mismo filme) cristaliza en una oscura fantasía que trata conceptos trascendentales como la memoria o la identidad a través del conflicto histórico entre colonos alemanes y el pueblo indígena huilliche en la Isla de Chiloé (Chile) durante las últimas décadas del siglo XIX.
La trama se articula en torno a un relato basado en hechos reales que sigue a Rosa, una niña huilliche de 13 años que renuncia a su educación cristiana y busca refugio en una comunidad indígena después de que su padre fuera asesinado por un colono alemán en 1880.
Allí conoce a Mateo, líder de la mística organización La Recta Provincia, en la que aprende el arte de la brujería y diferentes rituales ancestrales que le hacen conectarse con la naturaleza y tratar de vengar a su progenitor.
Este ajuste de cuentas provocará una brutal represión por parte de las autoridades cristianas chilenas en la isla y la llevará a descubrir sus poderes latentes.
«La película está contada desde la perspectiva íntima y subjetiva de una niña para cuestionar los procesos de colonización y cómo transforman a quienes se ven afectados por ellos», explicó Murray en una entrevista virtual con EFE desde Sundance.
El cineasta se acercó a esta historia a través de su familia, ya que su abuela es natural de Chiloé, y se dedicó a viajar allí durante años para investigar el caso con «respeto y tiempo».
Coescrita por Pablo Paredes junto al propio Murray, a lo largo de su hora y cuarenta minutos de duración, esta producción transita la frontera entre historia sombría y fábula sobrenatural.
El director trata en ella el significado de la brujería en Chiloé como una forma de resistencia para que el acervo de conocimientos indígenas pudiera escapar al sometimiento del imperio español hasta 1810 y posteriormente al despotismo de los colonos alemanes.
Tras su independencia, Chile trató de controlar gran parte de sus territorios del sur estimulando el asentamiento de inmigrantes extranjeros, sobre todo alemanes, a los que se les gratificaba con lugares de trabajo a cambio de una supuesta mano de obra cualificada que promoviera el desarrollo industrial en la región.
Para el creador de «Sorcery», la cinta transmite el mensaje de que «la colonización y la forma de proceder del Estado chileno» supusieron «conflictos violentos» por la toma de territorios, pero también por la «instalación de creencias y el aniquilamiento de la conexión con el entorno y la tierra».
«Lo que se intenta con esta película es reflexionar justamente sobre la brujería para entenderla no como algo peyorativo ni oscuro, sino como una propuesta de establecer otro tipo de relaciones con los humanos y con la naturaleza», concluyó.
Christopher Murray (Santiago de Chile, 1985) ha estrenado previamente obras como «Propaganda», que ganó el premio del jurado en el festival documental Visions du Réel (Nyon, Suiza) en 2014, o «El Cristo Ciego», que se estrenó en la competición oficial del Festival de Venecia de 2016.
Juan de Dios Larraín, Pablo Larraín, Nicolás Celis y Rocío Jadue ejercen como productores de «Sorcery», una cinta que cuenta con financiación procedente de Chile, México y Alemania.
Los creadores de esta película conocerán el veredicto del Festival de Sundance para la categoría de mejor película internacional este viernes.
«Utama» -una coproducción de Bolivia, Uruguay y Francia rodada en quechua y español- ganó el año pasado el premio del jurado en el apartado internacional de Sundance.