Miami, EE. UU. – Los cimientos de la salud mental de millones de personas están en riesgo debido a la pandemia, ya que la etapa formativa del cerebro -que dura poco más de dos décadas- está atravesando por una serie de cambios sin precedentes cuyas consecuencias son imposibles de calcular.
Cambios que impactarán en el cerebro, en las emociones y en el comportamiento, explicó a la Voz de América, la neuropsicóloga pediátrica Carina Castro Fumero, quien expresó su inquietud por el daño al que este órgano ha sido sometido al enterrarlo durante la pandemia, en un universo virtual.
“Estamos instaurando hábitos sedentarios, los niños están en casa, pasan conectados a las pantallas constantemente, no sólo para educación, sino también como el medio del ocio y el cerebro necesita moverse para oxigenarse porque una cantidad importante de la oxigenación que recibe a lo largo del movimiento de la actividad física es la que permite que se conecten más rápidamente las neuronas, a que aprendan mejor y que memoricen».
La sobresaturación de luz artificial es otro de los problemas que observa la experta en salud mental y no solo por el incremento en fatiga ocular sino porque es una de las actividades que más le aporta al sistema inmunológico.
“Los niños están teniendo insomnio, pesadillas, los niños están durmiendo menos porque están más conectados y porque sabemos que la luz que emiten las pantallas retrasa la aparición de melatonina y eso hace que el niño lo pueda inducir o llegar al sueño correctamente”, ahonda.
El confinamiento también disparó una adicción que ya venía fuerte: la adicción a los videojuegos. “Entra dentro de las adicciones al juego, las apuestas dentro de las adicciones a las drogas; o sea, entra a un manual que habla de estas adicciones, entonces hay que estar atentos”.
Una de las conclusiones de la conversación es la obligación imperante de prestar no solo atención a los cerebros en desarrollo, que moldearán el porvenir, sino al de todos ya que este órgano es el que organiza nuestra existencia y permite la creación de la civilización.
“Vamos a tener aumento de trastorno de ansiedad, vamos a tener un trastorno depresivo, inclusive el suicidio, que es lo que se está viendo que es la tercera causa de muerte en los adolescentes”, advirtió la experta, que aboga por contar con los mecanismos y la conciencia para enfrentar lo que se avecina.