México, (EFE ).- La pandemia por coronavirus ha expuesto la necesidad de contar con sistemas de salud mas resilientes y con la transformación digital como herramienta para aumentar la cooperación y el uso de datos en el mundo-post COVID-19, coincidieron varios especialistas.
Durante el foro virtual «La construcción de sistemas de salud resilientes: Soluciones basadas en datos en un mundo post COVID», organizado por la iniciativa FutureProofing Healthcare, varios especialistas debatieron esta semana la necesidad de avanzar hacia mejores sistemas de salud a través de soluciones digitales.
«La digitalización en la salud será algo básico después de esta crisis», aseveró Marcelo D’Angostino, asesor senior en sistemas de información y salud digital del Departamento de Evidencia e Inteligencia para la Acción en Salud, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Es necesario, abundó, que se acepte la transformación digital en los sistemas de salud a nivel global pues todavía existen muchas carencias en cuanto a acceso a Internet y plataformas digitales.
«Necesitamos crear sistemas apropiados para esto y fomentar las tecnologías, la colaboración de plataformas que aglutinan datos», remarcó Joanne Hackett socio general de atención médica en IZY Capital.
Los expertos coincidieron en que el uso del big data será una herramienta fundamental en el futuro de los sistemas de salud, pues compartir los datos de pacientes e investigadores a nivel global puede ayudar a desarrollar programas de prevención más eficaces y generar estrategias nacionales y transnacionales estandarizadas tras la pandemia.
NECESIDAD DE MARCOS REGULATORIOS
Los especialistas hablaron también sobre la necesidad de co-crear un marco regulatorio que habilite y no impida la adopción y la implementación de tecnologías digitales y personalizadas.
Tony Esko, director general de Desarrollo de Negocio en Estonian Biobank Innovation Center, señaló que la seguridad en el uso de datos «debe ser esencial» para saber en qué y para qué se han utilizado.
Al respecto, John Lim, director Ejecutivo Fundador del Centre of Regulatory Excellence (CoRE) en el Duke-National University of Singapore Medical School (Duke-NUS), señaló la importancia de asegurar que exista un acceso a esos datos «para que todos salgan beneficiados».
Recordó la importancia de los sistemas de regulación para garantizar quién y cómo se usan las tecnologías, y dijo que esta regulación debe abarcar tres principales áreas: la operatividad, la confidencialidad y la equidad.
Los especialistas resaltaron también el papel de la telemedicina y de la digitalización, las cuales sirven para facilitar el seguimiento de pacientes en estos momentos de incertidumbre y distanciamiento social.
Indicaron que la pandemia ha enseñado a los sistemas de salud que no deben temer a la transformación digital «es algo que puede ayudar a reducir la complejidad, por ejemplo, del big data».
INDISPENSABLE COOPERACIÓN PÚBLICO-PRIVADA
Joanne Hackett señaló que es necesario que todos los actores sean más abiertos para colaborar para restar un poco de carga a los sistemas de salud porque «es indispensable fomentar las colaboraciones y no dejar todo al sistema de salud».
Al respecto Steve Guise, líder global de Pharma Informatics en Roche, destacó la oportunidad que representan las alianzas público privadas para la transformación de los sistemas de salud ya que «el sector privado juega un papel importante en el impulso de la salud digital y en la obtención de datos».
«Las instituciones multinacionales de salud deben integrarse y trabajar juntas con responsabilidad», apuntó.
Para ello, dijo que es necesario desarrollar medidas globales de cooperación y, en este caso, la farmacéutica se ha encargado de compartir datos que, por ejemplo, se pueden utilizar para crear nuevos medicamentos dado que «la intención es buscar mejorar en pro del bien común por medio del uso de datos».
Agregó que la pandemia actual representa una gran oportunidad para encontrar soluciones cooperativas globales ante la COVID-19.
Esto, concluyó, debe servir para gestionar los cimientos, encontrar las estrategias apropiadas y los acuerdos para compartir datos, los cuales deben abarcar no solo lo que corresponde a la salud sino también al sector educativo y financiero.