Un operario trabaja en un laboratorio. (Foto: EFE/Ernesto Mastrascusa/Archivo)

Nueva York, EE.UU. — Funcionarios de salud de Estados Unidos analizan más de un centenar de posibles casos de una misteriosa y severa enfermedad hepática en niños, incluidas cinco muertes.

Aproximadamente dos docenas de estados reportaron casos sospechosos luego de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) hicieron un llamado a los médicos para que estuvieran atentos a inesperados casos de hepatitis. Los casos datan de finales de octubre en niños de menos de 10 años. Hasta el momento, sólo se han confirmado nueve casos, en Alabama.

“Estamos lanzando una amplia red para expandir nuestro entendimiento″, dijo el viernes el doctor Jay Butler de los CDC.

No está claro qué ocasiona la enfermedad. En la mitad de los niños se detectó adenovirus, “pero no sabemos si es la causa”, indicó.

Hay docenas de adenovirus, muchos de ellos asociados con síntomas similares a los de un resfriado, fiebre, dolor de garganta y conjuntivitis. Pero algunas variantes pueden provocar otros problemas, como inflamación del estómago e intestinos. Los funcionarios exploran un vínculo en una variante en particular que suele asociarse con inflamación intestinal.

Funcionarios de salud federales no han hallado evidencia de que exista una ola inusualmente grande de infecciones de adenovirus, aunque por lo general muchos médicos no hacen pruebas para detectarlas.

Esta semana, funcionarios de la Organización Mundial de la Salud dijeron que tenían reportes de casi 300 casos probables en 20 países.

En Estados Unidos, la mayoría de los casos son en niños pequeños, casi todos fueron hospitalizados y ocho han recibido trasplantes de hígado.

“Sigue siendo un acontecimiento muy inusual”, dijo Butler. “Una gran parte de estos casos se ha recuperado”.

El misterio inició en noviembre, cuando funcionarios de salud de Alabama comenzaron a analizar los primeros nueve casos de hepatitis severa en niños de ese estado. Ninguno dio positivo para los virus que suelen causar hepatitis. Sin embargo, las pruebas dieron positivo para adenovirus.

Butler señaló que ninguno de los menores de Alabama estaba vacunado contra el COVID-19, así que eso ha sido descartado como causa probable, “y esperamos que esta información ayude a clarificar algunas de las especulaciones que circulan en línea”.

Los síntomas de hepatitis, o inflamación del hígado, incluyen fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náusea, vómito, dolor abdominal, orina oscura, heces claras, dolor en articulaciones e ictericia.

Además de Alabama, los estados que reportan casos sospechosos son California, Colorado, Delaware, Florida, Georgia, Idaho, Illinois, Indiana, Luisiana, Michigan, Minnesota, Missouri, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Nebraska, Nueva York, Ohio, Pensilvania, Tennessee, Texas, Washington y Wisconsin. Puerto Rico también reportó al menos un caso.

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