Washington, EE.UU.- Ante el avance de la variante ómicron del coronavirus, el presidente de EE.UU., Joe Biden, se está replanteando algunas de sus medidas contra la pandemia, como el tiempo de aislamiento que deben cumplir los que están contagiados o si hay que mostrar prueba de vacunación en vuelos domésticos.
Hasta ahora, el Gobierno de EE.UU. se había mostrado escéptico sobre esas medidas, pero este lunes hubo un cambio de tono y tanto Biden como el principal epidemiólogo del Gobierno de EE.UU., Anthony Fauci abrieron la puerta a cambios debido a que ómicron parece ser más contagiosa que otras mutaciones de la covid-19, aunque también menos grave.
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Biden dijo que estaría abierto a reducir los tiempos de aislamiento si su equipo médico se lo recomienda.
Unas horas antes, en una entrevista con la cadena MSNBC, Fauci adelantó que el Ejecutivo estadounidense estaba evaluando «seriamente» reducir el tiempo de aislamiento que deben cumplir aquellos que se han contagiado con el virus.
Actualmente, el tiempo de aislamiento es de 10 días, aunque el pasado jueves los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) establecieron una excepción para parte del personal sanitario, que deberá estar en cuarentena durante cinco días.
Preguntado sobre si EE.UU. reducirá esas normas de aislamiento en otros casos, Fauci explicó que se está considerando para otros trabajadores considerandos esenciales para el funcionamiento del país.
«Hay tanta gente que se está infectando, incluyendo contagios en gente que está vacunada, que estamos estudiando la posibilidad de reducir el tiempo de aislamiento», indicó.
En los últimos días, cientos de vuelos han sido cancelados en EE.UU. debido al aumento del número de contagios entre las tripulaciones, por lo que los consejeros delegados de las grandes aerolíneas, como Delta, United y American, han pedido a los CDC que reduzcan a cinco los días de aislamiento.
Sin embargo, el sindicato de los auxiliares de vuelo, conocido como AFA, ha pedido que se mantengan los 10 días de cuarentena y ha considerado que cualquier cambio en los protocolos debe estar basado en la ciencia, no en los problemas de personal que están experimentado las aerolíneas.
VACUNACIÓN EN VUELOS DOMÉSTICOS
Por otro lado, Fauci argumentó que sería «razonable evaluar» la imposición de nuevos requisitos de vacunación en los vuelos domésticos.
Hasta ahora, EE.UU. solo pide prueba de vacunación a los viajeros de vuelos internacionales que no sean ni ciudadanos ni residentes permanentes, aunque todos deben probar que han dado negativo en un test de coronavirus.
En los vuelos domésticos, no existe ningún requisito para viajar, pero Fauci consideró que pedir una prueba de vacunación podría hacer que más estadounidenses accedan a ponerse la vacuna.
Actualmente, Estados Unidos tiene una tasa de vacunación del 61%, que es baja comparado con otros países como Portugal (88 %), Chile (87 %) o España (90 %).
UN NIVEL DE INFECCIÓN SIMILAR AL DEL PASADO INVIERNO
El debate dentro del Gobierno se produce en un momento en el que Estados Unidos ha superado los niveles de infección que se registraron en verano con la variante delta y ha llegado a las cifras del pasado invierno, cuando la población aún no estaba vacunada.
En concreto, en la última semana (del 19 al 26 de diciembre), se registró una media de 203.000 por día, un nivel que no se había visto desde el 19 de enero, de acuerdo a datos de The Washington Post.
Asimismo, las autoridades sanitarias han avisado que EE.UU. pronto podría registrar más de un millón de nuevos casos por día, lejos del pico de 248.00 que se alcanzó el pasado invierno.
Las infecciones se han disparado especialmente en algunos lugares como Puerto Rico con un incremento del 795% de contagios en la última semana, Florida (326%), el Distrito de Columbia (265%) o Georgia (224%), según los datos del Post.
LA TAREA PENDIENTE DE LOS TEST
Mientras los casos se disparan, millones de estadounidenses tuvieron este fin de semana grandes dificultades para hacerse con un test, ya que en muchos estados era imposible conseguir cita y, además, las pruebas de antígenos caseras se habían agotado.
Este lunes, Biden reconoció que «hay que hacer más» para que los estadounidenses accedan a test de la covid-19 y prometió que trabajará con los gobernadores de EE.UU. sobre ese y otros asuntos.
El mandatario se reunió este lunes con 25 de los 50 gobernadores del país, entre los que había demócratas y republicanos, para hablar sobre los siguientes pasos en la pandemia: una ampliación de los puntos de vacunación, fuerzo en el personal sanitario y más pruebas de diagnóstico.
En concreto, a partir de enero, el Gobierno federal distribuirá a domicilio 500 test caseros de antígenos, que serán gratuitos.
Estados Unidos sigue siendo uno de los países más golpeados por la pandemia de covid-19 con más de 816.000 fallecidos y 52,3 millones de contagios desde marzo de 2020, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.