Washington, EE.UU– El idioma, especialmente de las comunidades indígenas, el estatus migratorio y el acceso a un seguro médico son algunas de las barreras que han afrontado los hispanos en EE.UU. durante la pandemia a la hora de acceder a las vacunas o a tratamiento médico, revelaron este martes grupos proinmigrantes.
Así lo expresaron varias organizaciones en una rueda de prensa para anunciar el proyecto «Somos Salud», financiado por los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, en inglés), para abordar la desigualdad en el acceso a la prevención, pruebas, vacunación y tratamiento de la covid-19 y otras enfermedades.
El director ejecutivo de Alianza Américas, Óscar Chacón, subrayó que la lengua ha sido uno de los obstáculos para acceder a información sobre la pandemia, ya que hay miembros de las comunidades hispanas, cuya lengua materna no es el español y ni siquiera es su primer idioma.
Chacón citó como ejemplo el garífuna de Honduras o el quechua que procede de los Andes suramericanos, aunque admitió que los dialectos del español también han supuesto un obstáculo importante a la hora de difundir información sobre la pandemia.
Para llegar a las personas que se expresan en dialectos indígenas, los activistas han lanzando campañas audiovisuales y distribuyen información cara a cara.
«En mi caso, yo nunca aprendí a leer o a escribir garífuna», admitió Leticia Casildo, de Familias Unidas en Acción, cuya organización difunde información en esa lengua, pero además achí -que es hablada en algunas zonas de Guatemala- y en español.
Casildo explicó que han dado prioridad a la interacción persona a persona y los mensajes de audio o video difundidos a través de plataformas como WhatsApp para llegar a sus receptores.
Karen Blanco, representante de la Casa Yurumerin en el Bronx, en Nueva York, detalló que los jóvenes se han convertido “en sus voceros» para acceder a las personas que se comunican en garífuna y para disipar los temores sobre la vacuna.
Jacqueline López, de Women Working Together, en Florida, dijo que la necesidad de aportar un documento identificativo para vacunarse fue en su momento la principal barrera para los residentes hispanos en condados como Broward o Miami Dade.
«La gran mayoría no tiene estatus migratorio y no nos valían nuestros certificados de nacimiento ni nada de eso», apuntó López, quien detalló que en Broward se aprobó un documento de identificación municipal para facilitar ese proceso.
Los activistas hicieron énfasis en que la pandemia puso en evidencia otros problemas que enfrentan los hispanos para inmunizarse, como los horarios de atención de la mayoría de centros, que operan en horas laborables, o la falta de seguro médico, lo que puede acarrear en ocasiones facturas onerosas.