Ciudad de Panamá, .- América Latina y el Caribe deberá unirse en «una sola voz» para negociar con la «comunidad internacional» más recursos que ayuden a una recuperación económica pospandemia acorde con inversiones sostenibles.
Así lo dijo en una entrevista a Efe la directora regional adjunta del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la española Piedad Martín, quien insistió en que los países de la región están haciendo un «esfuerzo considerable» para dar respuesta a la crisis.
«Nos parece importante que la región se una en una sola voz para negociar con la comunidad internacional la canalización de más recursos, obviamente para inversiones amigables con el medioambiente», declaró Martín.
Las inversiones deben ser compatibles con el Acuerdo de París, que establece medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y «resistentes al clima, para no generar vulnerabilidad hacia el futuro».
También «hay que hacer intercambios de deuda por este tipo de inversiones, y que se fomente que la banca privada pueda canalizar y aumentar las inversiones hacia estos sectores», explicó la directora.
Martín señaló que los Gobiernos de Latinoamérica «podrían hacer algunas medidas fiscales» como implementar impuestos al carbono, lo que ayudaría a cumplir los acuerdos internacionales, o reducir los subsidios a los combustibles fósiles y sustituirlos por otros espacios que permitan «invertir en otros sectores».
En la región, solo Chile y México han implementado impuesto sobre el carbono, según Martín.
Estas propuestas ayudarían a crear una recuperación económica «verde» en América Latina y el Caribe, la región más golpeada por la pandemia, después de sufrir una contracción del 7,7 % en 2020, la mayor recesión de los últimos 120 años, y un aumento de las tasas de pobreza y pobreza extrema.
«Somos conscientes de las limitaciones que tienen los países precisamente por estar enfrentando esta crisis para poder definir inversiones nuevas y ponerlas en marcha rápido», agregó.
SOLO EL 2 % DE LAS INVERSIONES SON «VERDES»
El PNUMA lanzó «Tracker», una base de datos en tiempo real de todo el gasto gubernamental relacionado con la covid-19 en 33 economías de Latinoamérica y analizó 1.100 políticas de recuperación adoptadas desde 2020, para un total de 318.000 millones de dólares.
Solo el 2 % de las inversiones en recuperación realizadas fueron alineadas con el medioambiente, en comparación con el promedio de 19 % a nivel global, según datos preliminares de la herramienta.
«El 2% de esas inversiones se están haciendo en verde, es decir, en sectores amigables con el medioambiente o que están abocados a los objetivos del acuerdo de París», explicó Martín.
Así, solo seis de los 33 países destinaron más de 0,1 % de su PIB en planes de recuperación. De media, la región asignó 490 dólares al gasto per cápita para la recuperación de la pandemia, mientras que en los mercados emergentes y las economías en desarrollo se destinaron 650 y, en las economías avanzadas, 12.700.
LATINOAMÉRICA QUIERE APOSTAR POR LA SOSTENIBILIDAD
«Es la oportunidad de que esos recursos ayuden a lograr los objetivos climáticos y (paliar) una crisis climática, que por la información que nos da la ciencia puede ser más dura que la que estamos viviendo ahora», dijo Martín.
Martín señaló que se puede «descarbonizar» la economía mediante «transiciones energéticas, que se dejen invertir en gas o refinerías y si en energías renovables y nuevos sectores».
A juicio del PNUMA, las iniciativas para enfrentar el colapso climático son las que generarán mayores retornos socioeconómicos.
Por ejemplo, el año pasado en Brasil hubo 86.000 empleos con las inversiones en solar y ya hay «experiencias en adaptación al cambio climático en zonas urbanas» con soluciones basadas en la naturaleza, en las que el organismo ve «un potencial muy importante».
«Los países de América Latina y el Caribe están demostrando que quieren apostar por la sostenibilidad», apuntó la directora.
Detalló que cada vez hay «más contribuciones nacionales determinadas con más ambición presentadas a la convención del Cambio Climático como Costa Rica, Chile, Argentina, Colombia, Perú y República Dominicana».
«Para poder financiar esos objetivos y lograr metas sería importante lograr una coherencia de las políticas y los programas (…) porque la financiación es limitada», concluyó.