La Organización Panamericana de la Salud (OPS) admitió que las hospitalizaciones y las muertes de personas jóvenes están aumentando a causa de la pandemia del coronavirus en las Américas, una situación que ha puesto en alerta a los responsables del organismo sanitario preocupados por el curso de esta crisis sanitaria.
“Adultos de todas las edades, incluidos los jóvenes, se están enfermando gravemente, y muchos de ellos se están muriendo”, manifestó la directora de la OPS, Carissa Etienne, durante una conferencia de prensa.
La situación es especialmente preocupante en Brasil ya que, según datos oficiales, entre diciembre de 2020 y marzo de 2021, la tasa de mortalidad entre menores de 39 años se duplicó. Al mismo tiempo, se cuadruplicó entre las personas de entre 40 y 50 años, y se triplicó entre la población de entre 50 y 60.
“Es trágico y las consecuencias son nefastas para nuestras familias”, indicó Etienne.
La población más joven es lo que más preocupa a los expertos sanitarios. En Chile, las hospitalizaciones de personas menores de 39 años aumentaron en más del 70 por ciento y en Brasil los ingresos han sido más altos entre las personas de 40 años. “En algunas zonas de Estados Unidos, hay más personas de entre 20 y 30 años hospitalizadas por Covid-19 que personas de 70 años”, subrayó al respecto.
«Durante gran parte de la pandemia, nuestros hospitales estaban llenos de adultos mayores con COVID-19, muchos de los cuales tenían condiciones preexistentes que los hacían más susceptibles a formas graves de la enfermedad, pero hoy, observando las unidades de cuidados intensivos de nuestra región, vemos que están llenas no sólo de pacientes de edad avanzada, sino también de gente más joven», agregó.
La OPS ha pedido a las administraciones de toda la región a preparar un plan ante el aumento de hospitalizaciones de la población más joven en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
«Si las infecciones siguen aumentando a este ritmo, en los próximos tres meses los países de nuestra región podrían tener que mantener e incluso aumentar aún más su capacidad de camas en las unidades de cuidados intensivos”, dijo.
Con todo, la OPS insiste en que la población debe seguir utilizando las medidas adoptadas desde el inicio de la pandemia para evadir el virus, como el distanciamiento social, el uso de mascarillas y evitar las reuniones masivas en espacios cerrados.
«Aunque las vacunas se están distribuyendo lo más rápido posible, no son una solución a corto plazo: no podemos confiar en las vacunas para reducir las infecciones cuando no hay suficientes vacunas para todos. Son una parte de la respuesta integral, que incluye la prevención a través de medidas de salud pública y la mejor preparación de los sistemas de salud», señaló.
Los datos, sin embargo, no son nada esperanzadores para la región de las Américas. En la última semana, más de 1,3 millones de personas dieron positivo a COVID-19 y más de 36.000 murieron por “complicaciones relacionadas con la enfermedad”, según datos proporcionados por la OPS.
«Casi el 40% de todas las muertes por COVID-19 notificadas la semana pasada tuvieron lugar aquí mismo, en nuestra región. Hoy, más países de América Latina que nunca están reportando más de 1.000 casos de COVID-19 al día», indica el informe.