Washington, EE.UU.- Unos siete millones de estadounidenses han recibido su tercera dosis contra la covid-19, entre ellos tres millones de personas en la última semana, mientras los contagios empiezan a bajar en el país, informó este miércoles la Casa Blanca.
En una rueda de prensa, el coordinador de la respuesta del Gobierno de EE.UU. a la pandemia, Jeff Zients, consideró que estas cifras demuestran «un comienzo muy fuerte» del programa para distribuir la tercera dosis de vacuna.
«Es importante destacar que, en menos de tres semanas, más de uno de cada tres adultos mayores que pueden recibir la vacuna ya lo han hecho, así que nuestro programa ha tenido un comienzo muy fuerte y continúa acelerándose», aseveró Zients.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) aprobaron el pasado 24 de septiembre la tercera dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech para los mayores de 65 años y personas en situación de riesgo.
De hecho, la de Pfizer/BioNTech es la única vacuna que cuenta con aprobación total para su uso por parte de la FDA, ya que las otras dos disponibles, las de Moderna y Johnson & Johnson, cuentan con autorización de emergencia.
Sobre esto, Zients dijo que el Gobierno está esperando a que la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, en sus siglas en inglés) apruebe la tercera dosis de los otros dos laboratorios para expandir su distribución.
«Tenemos el suministro de vacunas y estaremos listos para comenzar cuando se autorice cualquier vacuna adicional», indicó el experto.
En esa conferencia de prensa, Zients también explicó que el 77 % de los estadounidenses que están en edad para recibir la vacuna han recibido por lo menos una dosis.
Sin embargo, 66 millones de habitantes de EE.UU. , sin contar a los niños menores de 12 años, no están aún vacunados.
Por otro lado, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, celebró que EE.UU. ha registrado 92.600 casos por día en la última semana, lo que supone una caída del 12 % respecto a la semana anterior.
En ese período también han disminuido el número de hospitalizaciones y muertes en EE.UU. en un 11 y 5 %, respectivamente.
Estados Unidos es el país más golpeado del mundo por la pandemia en términos absolutos, con más de 700.000 fallecidos.