Phoenix (AZ). – Aunque el acuerdo en Washington sobre un segundo paquete de ayudas todavía se ve lejos, familias latinas no pierden la esperanza de recibir un segundo impulso financiero para reactivar sus finanzas y sobrellevar los estragos que ha dejado el coronavirus en sus empleos y hogares.
Tras meses de enfrentar una crisis de salud pública que ha devastado a negocios y compañías, los hispanos en el país han tenido que ingeniárselas para poder sustentar las finanzas de sus familias, y aseguran que un nuevo cheque vendría a «refrescar» su desgastada economía.
«Con seguridad un segundo cheque me ayudaría muchísimo, el primer estimulo me puso al corriente con mi hipoteca. Este segundo apoyo lo usaría en saldar la deuda de mi carro», dijo a Efe la mexicana Georgina Pérez, quien perdió su empleo por el coronavirus.
La madre de tres hijos que reside en Phoenix (Arizona) aún cuenta con el apoyo del desempleo, por lo que asegura que no quiere basar todas sus expectativas para resolver su situación financiera con un segundo apoyo federal. «Sabemos que no es seguro, pero cómo nos sacaría de apuros».
MILLONES A LA ESPECTATIVA
A finales de marzo el gobierno de Estados Unidos aprobó un primer paquete conformado por 2,2 billones de dólares, que incluía un cheque de 1.200 dólares para algunos contribuyentes del país.
Actualmente, milLones de personas están a la expectativa sobre la discusión en el Congreso sobre el nuevo paquete económico, que podría incluir un nuevo cheque para las personas que califiquen.
Rosa Pastrana, una de las beneficiarias indirectas de este estímulo, está «esperanzada» en recibir un segundo: «Aquí ya estamos esperando el billete».
Los tres hijos de la mexicana, de 15, 21 y 29 años, todos ellos nacidos en Estados Unidos, recibieron el dinero federal para enfrentar la pandemia, lo que inyectó casi 4.000 dólares al bolsillo de la familia que radica en Maryvale, un suburbio latino de los más encarecidos en Arizona.
«Nos fue rebien, pagamos los pagos del carro, nos ayudamos con la comida y debíamos casi mil dólares de luz, porque desde mayo no pagábamos. Ahora, no me pierdo las noticias esperando el anuncio del nuevo apoyo, nos urge el dinero», comentó a Efe la inmigrante nativa de Guerrero.
LOS INDOCUMENTADOS, LOS GRANDES OLVIDADOS
No obstante su familia recibió un aporte monetario considerable, no se siente satisfecha del todo con las acciones del gobierno de Donald Trump, ya que asegura que los indocumentados también debieron de haber sido considerados en el paquete de estímulos financieros.
«Es una injusticia no ayudarnos, solo nos usan para lo que les conviene, nosotros también pagamos impuestos, son muy buenos para quitarnos, pero no nos regresan nada», afirmó.
La desesperación de muchas familias por una segunda ayuda ha incrementado las llamadas a la oficina de la especialista en impuestos sobre la renta, Claudia Cota, quien señaló a Efe que existe mucha información «engañosa» en las redes que busca confundir a los inmigrantes y en ocasiones defraudarlos.
«Es común que los estén confundiendo con publicada de ‘ya viene, esté preparado’, muchos buscan seguidores en sus páginas, otros pueden ser fraudes, así que es importante que sepan que la única información valida y actualizada es la que proporciona el IRS ( Servicio de Impuestos Internos)», dijo.
Aclaró que únicamente los acogidos al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés), inmigrantes con el Estatus de Protección Temporal (TPS) y todo aquel con número de Seguro Social, califica para recibir el dinero federal.
Y mientras miles de latinos esperan un segundo impulso financiero, la Cámara de Representantes, que tiene una mayoría demócrata, y el Senado, bajo control republicano, libran una batalla para aprobar un nuevo estimulo que reactive la economía de las comunidad afectada por la crisis ocasionada por el coronavirus.
Aunque hay cientos de miles que no están pendientes de las noticias a este respecto, sabedores de sus escasas opciones de recibir un cheque físico, transferencia bancaria o tarjeta de prepago.
Uno de ellos es Luis Zarate, padre de cinco hijos y quien no recibió ningún beneficio.
«El único beneficio que tenemos del gobierno son las estampillas para la comida. No recibimos nada, pese a que casi no tengo trabajo por el coronavirus, y soy el único sustento de la familia», comentó a Efe el inmigrante mexicano que trabaja colocando alfombras.
«El trabajo ha bajado mucho, en ocasiones no me llaman para laborar, para qué mentir, de repente si nos la vemos apretados», indicó Zarate, nacido en el Distrito Federal, y quien asegura que una «ayudita del Gobierno no caería mal».