diabetes
(Foto: Ilustrativa/Pexels)

No es ningún secreto que las enfermedades crónicas están aumentando en Estados Unidos. Si tomamos la diabetes como ejemplo, el número de americanos que padecen esta enfermedad se triplicó entre 1990 y 2010, y la diabetes ya afectaba al 14,7% de todos los adultos americanos en 2021. Pero en lugar de ayudar a los americanos a acceder a tratamientos vitales que salvan vidas, las Big Pharma se están beneficiando a costa de los pacientes con diabetes aumentando el precio de tratamientos clave.

Analicemos más detenidamente esta cuestión.

La diabetes cuesta mucho a los americanos.

Según un estudio, sólo en 2022 la diabetes diagnosticada costó a los estadounidenses 412.900 millones de dólares en costes médicos directos e indirectos, y el gasto médico medio de los diabéticos fue 2,6 veces superior al de los no diabéticos.
Las Big Pharma empeoran las cosas aumentando el coste de medicamentos vitales para el control de la diabetes, como la insulina.

Según el Health Care Policy Institute, los precios de la insulina aumentaron un 184% desde 2012 hasta 2021, antes de que las Big Pharma fueran finalmente presionadas para limitarlos.
El informe reconoció el impacto adverso de los altos precios en la vida de los pacientes americanos, señalando que «los altos precios pueden traducirse en decisiones difíciles entre pagar la insulina y otras necesidades como la comida y la vivienda.»
Los GLP-1, un fármaco habitual para tratar la diabetes de tipo 2, también se han convertido en una gallina de los huevos de oro para las Big Pharma.

Desde que estos medicamentos irrumpieron en escena, se han convertido en un mercado multimillonario.
Esto se debe en parte a que las Big Pharma cobran a los americanos hasta 11 veces más que a los consumidores de otros países por exactamente los mismos medicamentos GLP-1. Por ejemplo, una compañía de las Big Pharma cobra a los americanos casi 1.000 dólares al mes por el mismo GLP-1 que se vende a 155 dólares al mes en Canadá y sólo 59 dólares al mes en Alemania.
El elevado coste de estos medicamentos carece a menudo de justificación

Las Big Pharma afirman que son necesarios precios elevados para producir estos medicamentos innovadores. En realidad, un estudio reciente descubrió que los GLP-1 pueden fabricarse generalmente por menos de 5 dólares al día.
En el caso de la insulina, otro estudio descubrió que los fabricantes de biosimilares podrían vender insulina de forma rentable por un 97% menos que los precios actuales del mercado americano.

La creciente prevalencia de la diabetes tiene un alto precio para los americanos, tanto en términos de salud como por el astronómico coste que supone el tratamiento de la enfermedad. Mientras tanto, las Big Pharma se benefician. Ya basta. Ha llegado el momento de emprender reformas de sentido común que responsabilicen a las Big Pharma y garanticen el acceso de los americanos a medicamentos asequibles que salvan vidas.

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