Las personas que viven en comunidades con altos niveles de prejuicio racial presentan una mayor incidencia de enfermedades cardíacas y problemas de salud mental, como también de mortalidad en general, según una investigación de la Asociación de Psicología de Estados Unidos (APA, en inglés).
Los estudios, publicados este lunes en la revista Health Psychologyen, los encabezó Eli Michaels de la Universidad de California en Berkeley, para «medir el clima racial en el cual vive, trabaja, juega y ora la gente».
«Estas investigaciones revelaron que el vivir en un área con altos niveles de prejuicios raciales puede dañar la salud y ensancha las desigualdades sanitarias», indicó Michaels.
Los investigadores usaron una variedad de fuentes para medir el prejuicio racial a nivel de comunidades e incluyeron decenas de millones de puntos de dato de encuestas en gran escala, búsquedas en internet y redes sociales.
Por ejemplo, el análisis en Tendencias de Google enfocó cuán a menudo las búsquedas de los usuarios empleaban un insulto racial. Cuatro estudios analizaron los datos de mensajes de Twitter que incluían expresiones negativas hacia la «gente de color».
Estos y otros estudios examinaron cómo los diferentes indicadores del nivel de prejuicio racial en un área se correlacionan con datos de salud de los individuos que allí viven, incluidas las tasas de mortalidad, problemas relacionados con el parto, enfermedad cardiovascular, salud mental y estado general de la salud.
Todos los estudios encontraron una vinculación entre los niveles de prejuicio racial en las comunidades y los resultados adversos para la salud de la gente de color que vive en esas zonas.
El artículo indica que hay varias teorías acerca de cómo el prejuicio racial de una comunidad pueda dañar la salud, y una de ellas es que, a nivel individual, la vida en una comunidad con más prejuicios puede incrementar el número de interacciones prejuiciadas que experimenta cada persona, y eso aumenta el estrés.
«A nivel de la comunidad, el prejuicio racial más fuerte puede erosionar el capital social, esto es las normas de reciprocidad, confianza y obligación social en una comunidad», indicó el artículo.
Esta erosión lleva a una merma del apoyo social y emocional que aminoren el estrés de los acontecimientos en la vida, y menos apoyo político para las políticas y programas que puedan mejorar la salud y el bienestar de todos los miembros de la comunidad, según los investigadores.