Washington, EE. UU.- Los médicos que atribuyen los malos resultados en el cuidado de la salud sobre las bases de raza y diferencias culturales de los pacientes tienden a emplear tratamientos que acentúan las desigualdades, según un artículo que publica hoy la revista American Journal of Preventive Medicine.
«Las personas de grupos en desventaja y marginados corren un riesgo mayor de peoreds resultados en la salud que sus contrapartes blancos en Estados Unidos», afirmó Ebiere Okah, investigador principal en la Escuela de Medicina de la Universidad de Minnesota.
«Esta realidad se ha usado para justificar la inclusión de datos de raza y grupo étnico en las normas de recomendaciones médicas, y en algoritmos que guían los tratamientos e intervenciones, a menudo sin mencionar los mecanismos por los cuales esas identidades resultan en mala salud», agregó.
Un ejemplo de cómo las expectativas acerca de la salud de grupos minoritarios afectan los tratamientos es el uso, hasta 2021, del método de cálculo de nacimiento vaginal después de cesárea (VBAC, por su sigla en inglés), que estima la probabilidad de un parto natural después de una cesárea.
El método empleaba el dato de raza negra o etnicidad hispana para pronosticar un riesgo incrementado de falla, con lo cual se reducía la probabilidad de que a estas pacientes se les ofreciera el parto natural, que es una opción preferible.
Eso, según el artículo, cambió en 2021 después de que más asociaciones médicas prominentes empezaron a cuestionar las políticas y prácticas que usan el dato de la raza para evaluar un riesgo de salud.
Okah apuntó que los médicos que creían que los factores sociales eran responsables por las diferencias raciales en las condiciones de salud eran menos propensos a usar la raza como una guía en sus tratamientos.
«Esto implica la opinión de que los factores sociales que contribuyen a la desigualdad racial no están relacionados con la práctica basada en la raza», añadió el artículo.
El estudio se sustentó en una encuesta a nivel nacional de 689 médicos de práctica familiar realizada en 2021 y es el primero que muestra una relación directa entre la creencia de que los factores genéticos y culturales vinculados racialmente causan las desigualdades en la salud.
«El paso siguiente en este trabajo es determinar cómo cuestionar la creencia de que la raza está relacionada con valores culturales», dijo Okah.
«Parte de la solución está en la promoción de la humildad cultural como alternativa a la competencia cultural, reconociendo la diversidad cultural que existe dentro de los grupos raciales, y considerando las formas en que los factores estructurales crean lo que percibimos como cultura», concluyó.