Miami, EE.UU.- Una playa de Miami marca la historia de la segregación racial en Estados Unidos: Virginia Beach, asignada en agosto de 1945 para el uso de «personas de color», cuando todas eran solo para blancos, y hoy convertida en un parque que su Eco-History Tour invita a conocer y disfrutar al máximo.
Todo comenzó en la playa de Haulover (área metropolitana de Miami) en 1945, tras un acto pacífico de desobediencia civil protagonizado por un grupo de negros.
Hace poco más de 75 años que aquellos jóvenes que llegaron un día de mayo con sus bañadores a la playa de Haulover se atrevieron a desafiar las leyes segregacionistas y se metieron en el mar. No temían ser arrestados.
La policía se inhibió de cualquier acción, no se produjeron arrestos y, tres meses después, en agosto, las autoridades designaron oficialmente Virginia Key como playa «solo para personas de color».
VIRGINIA BEACH, UNA PRIMERA VICTORIA PARA LOS AFROAMERICANOS
Fue una celebrada victoria. A pesar de ser una playa de un tamaño inferior al de otras del sur de Florida y solo accesible entonces por mar, la comunidad afro la hizo suya de inmediato y la convirtió en lugar favorito de recreo y escapada.
«Durante años no hubo una playa para la gente de color en el sur de Florida, los negros americanos residentes y los visitantes de otros estados que venían no tenían un lugar de recreo en las playas públicas», dijo a Efe Guy Forchion, director ejecutivo del actual Parque Histórico de Virginia Key Beach.
Pronto, ese banco de arena de un islote de exuberante vegetación tropical incorporó zonas para pícnic y barbacoas, rampa para barcas, una cantina donde servían refrescos y perritos calientes, un pabellón de baile e incluso un carrusel de caballitos y un mini-tren que recorría el parque, dos atracciones que se hicieron muy populares.
De hecho, el héroe de los derechos civiles Martin Luther King (asesinado el 4 de abril de 1968) y el legendario boxeador Mohamed Ali se dieron más de un chapuzón en Virginia Beach.
Forchion asiente al hablar del éxito que supuso la playa en 1945, pero un éxito condicionado, relativo, dice, si tenemos en cuenta que «¡no hubo puente durante dos años!», o sea, «aquí tienes tu isla… si puedes llegar a ella».
Así las cosas, se necesitó una provisión de fondos para la compra de un transbordador que enlazaba el río Miami (Miami River) con Virginia Beach y regresaba a la caída de la tarde. Eso sí, «los que perdían el ferri se quedaban varados en la isla» hasta el día siguiente, comenta jovial.
TODO EMPEZÓ CON UN ACTO PACÍFICO DE DESOBEDIENCIA CIVIL
Todo empezó en Haulover. Porque ese acto de desobediencia, lo que se llamaría luego movimiento «wave-in» (chapotear, pero con resonancia de espirituales negros), devino en uno de los primeros detonantes de la lucha por los derechos civiles no solo en Florida, sino en todo el sur de la nación.
Fueron una serie de acciones de desobediencia pacífica «planeadas», de activismo cívico «alimentado por los soldados (afroamericanos) que regresaban del frente de la II Guerra Mundial».
Forchion lo llama «doble victoria para los soldados negros americanos: victoria en el extranjero, contra los nazis alemanes, y victoria de vuelta en casa al regresar y tener lo que demandaban, los mismos derechos».
«Se metieron en el agua esperando ser arrestados, esperando crear un asunto legal ante los tribunales sobre esa injusticia: la de ser un contribuyente, pagar impuestos que se destinaban a las playas y no tener el derecho a visitarlas, a usar lugares públicos», dice Forchion.
EL INFAME CARTEL «SOLO PERSONAS DE COLOR»
Pero ahí estuvo durante años, clavado en la arena de Virginia Beach, un poste con un cartel que decía «Dade County Parks. Virginia Beach. Colored Only» (Parques del Condado de Dade. Playa de Virginia. Solo personas de color», símbolo de la segregación racial.
Signo y señal de la discriminación que durante décadas impidió que los negros estadounidenses compartieran los espacios públicos y privados con la población blanca en la mayoría de los estados del sur.
Virginia Beach fue la primera playa abierta a las personas de raza negra en Miami, pero en la década de 1920 pudo haber cambiado la historia cuando el millonario negro D.A. Dorsey compró Fisher Island, frente a Miami Beach, hoy una isla exclusiva con uno de los códigos postales más ricos de Estados Unidos.
Dorsey abrigaba un deseo: conseguir que los negros, excluidos sistemáticamente de todas las playas del condado de Miami-Dade, tuvieran la suya propia.
Sin embargo, debido a la fuerte subida de los impuestos, se vio obligado a vender el terreno, por lo que la comunidad se quedó muy pronto sin poder disfrutar de sol, mar y arena.
MUERTE Y RESURECCIÓN DE VIRGINIA BEACH
La calzada de Rickenbacker conecta desde 1947 Miami con las islas barrera de Virginia Key y Key Biscayne (Cayo Vizcaíno), este segundo enclave perteneciente a la próspera villa homónima y zona privilegiada para los deportes acuáticos.
Pero mientras su vecino Cayo Vizcaíno prosperaba, el hermoso parque de Virginia Key, dependiente del ayuntamiento de Miami, languidecía, caía en el olvido, se deterioraba por falta de mantenimiento y servicios. Hasta que la alcaldía tomó la decisión en 1982 de cerrarlo definitivamente al público.
Hubo que esperar hasta 1999 para ver renacer este parque público.
En agosto de 2002, el parque fue incorporado a la lista del Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos, y, en 2008, con la recuperación de viejas atracciones del pasado como el tiovivo y el mini-tren, se reabrió con un nuevo impulso.
Hoy este lugar, testigo de la segregación racial y de días de felicidad y playa para la comunidad negra, atrae anualmente a unos 100.000 visitantes deseosos de disfrutar de un paseo en bicicleta, caminar por sus 86 hectáreas de densa vegetación o darse un simple baño y comer a la sombra de un merendero.
La organización, explica Forchion, contempla ambiciosos planes de mejoras y renovación de este «paraíso», como el citado History-Eco Tour o la construcción de un museo, además de la reapertura este año del mini-tren.