nativos
La miembro de la tribu Lummi Patsy Wilson (izquierda) es asistida por la voluntaria del Equipo de Votación Nativa Lummi 2020 Kelli Jefferson durante la votación el martes 3 de noviembre de 2020 en la reserva Lummi, cerca de Bellingham, Washington. (Foto: AP/Elaine Thompson)

Los nativos americanos todavía enfrentan barreras para emitir su voto en las elecciones nacionales, seis décadas después de que el presidente Lyndon Johnson firmara la Ley de Derechos Electorales.

Los nativos americanos dicen que hoy en día todavía enfrentan barreras para emitir su voto, seis décadas después de que el presidente estadounidense Lyndon Johnson firmara la Ley de Derechos Electorales.

Muchos viven a kilómetros de distancia de los lugares de registro de votantes y de las urnas y carecen de acceso a un transporte confiable.

Otros pueden no tener direcciones postales tradicionales y no pueden satisfacer los requisitos de registro de votantes. Votar por correo puede ser “dudoso”, según O.J. Semans, un ciudadano de Sicangu Lakota que vive en la Reserva Rosebud en Dakota del Sur y codirector ejecutivo de Four Directions, un grupo de defensa del derecho al voto que ha trabajado en nombre de las tribus en varios estados.

“Deben recordar que el antiguo Pony Express [entrega de correo a caballo] no estaba destinado a las reservas. Era para los puestos de avanzada y las ciudades de colonos”, dijo Semans. “El Servicio Postal de los Estados Unidos ha descuidado todas las reservas indígenas de los Estados Unidos cuando se trata de garantizar que tengamos igualdad”.

Los nativos americanos todavía enfrentan barreras para emitir su voto en las elecciones nacionales, seis décadas después de que el presidente Lyndon Johnson firmara la Ley de Derechos Electorales.

Los nativos americanos dicen que hoy en día todavía enfrentan barreras para emitir su voto, seis décadas después de que el presidente estadounidense Lyndon Johnson firmara la Ley de Derechos Electorales.

Muchos viven a kilómetros de distancia de los lugares de registro de votantes y de las urnas y carecen de acceso a un transporte confiable.

Otros pueden no tener direcciones postales tradicionales y no pueden satisfacer los requisitos de registro de votantes. Votar por correo puede ser “dudoso”, según O.J. Semans, un ciudadano de Sicangu Lakota que vive en la Reserva Rosebud en Dakota del Sur y codirector ejecutivo de Four Directions, un grupo de defensa del derecho al voto que ha trabajado en nombre de las tribus en varios estados.

“Deben recordar que el antiguo Pony Express [entrega de correo a caballo] no estaba destinado a las reservas. Era para los puestos de avanzada y las ciudades de colonos”, dijo Semans. “El Servicio Postal de los Estados Unidos ha descuidado todas las reservas indígenas de los Estados Unidos cuando se trata de garantizar que tengamos igualdad”.

Autorizó al gobierno federal a supervisar el registro de votantes y los procedimientos electorales en ciertos estados y localidades con antecedentes de prácticas discriminatorias, y también exigió que esas jurisdicciones obtuvieran «autorización previa» del Departamento de Justicia o un tribunal federal antes de cambiar las leyes o procedimientos electorales.

En 2013, la Corte Suprema de los EE. UU. anuló la fórmula para decidir qué localidades necesitaban autorización previa por inconstitucional, abriendo el camino para que los estados aprobaran nuevas leyes electorales.

Durante una audiencia de la Comisión de Asuntos Indígenas del Senado en 2021, Jacqueline De Leon, miembro inscrita del Pueblo Isleta y abogada del Fondo de Derechos de los Nativos Americanos (NARF, por sus siglas en inglés), describió algunas de las condiciones de los votantes indígenas.

“En Dakota del Sur, los votantes nativos americanos se vieron obligados a votar en un gallinero remodelado sin instalaciones sanitarias y con plumas en el suelo”, testificó.

En Wisconsin, se exigió a los nativos americanos que emitieran su voto en el interior de una oficina del sheriff.

NARF y las tribus contraatacan

En 2021, el presidente Joe Biden creó el Grupo Directivo Interinstitucional sobre los Derechos Electorales de los Nativos Americanos para informar sobre las barreras a las que se enfrentan los votantes nativos.

“Las comunidades nativas americanas no han sido inmunes, sino que, de hecho, se han visto abarrotadas o divididas por líneas distritales que diluyen su voto o las discriminan de otro modo”, informó el grupo.

En noviembre de 2021, la legislatura de Dakota del Norte, liderada por los republicanos, aprobó un nuevo mapa legislativo que separaba los distritos de la Cámara estatal en la reserva india de Turtle Mountain y la reserva de Fort Berthold, hogar de las Tres Tribus Afiliadas.

La Banda Turtle Mountain de las tribus Chippewa y Spirit Lake presentó una demanda federal argumentando que el nuevo mapa violaba la Ley de Derechos Electorales al agrupar a la banda Turtle Mountain, es decir, concentrarla en un solo distrito electoral para reducir su influencia en otros distritos, y dividir a la tribu Spirit Lake en distritos para diluir su poder de voto.

“Un juez conservador determinó que esto era una clara violación de la Ley de Derechos Electorales”, dijo De Leon a la VOA. “Y en lugar de proteger a sus electores nativos donde hubo una violación, el estado ha apelado, tratando simplemente de bloquear el costo de la acción en lugar de remediar la discriminación”.

En 2022, Arizona aprobó una ley que exige a los votantes que proporcionen una prueba de su dirección física.

“Y eso fue realmente un ataque al voto indígena porque alrededor de 40.000 hogares en el territorio indígena de Arizona no tienen direcciones tradicionales ni ninguna forma de demostrar la ubicación residencial”, dijo De Leon.

Con el apoyo de NARF, la Nación Tohono O’odham y la Comunidad Indígena del Río Gila presentaron en 2022 una demanda en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para Arizona. En 2023, el tribunal falló a su favor y determinó que los requisitos de dirección violaban el derecho constitucional de los miembros de la tribu a votar.

A cinco meses de las elecciones generales de noviembre, dijo Semans, los activistas indígenas por el derecho al voto deben mantenerse alerta.

“Con esta nueva Corte Suprema, incluso los fallos que obtuvimos hace años que fueron positivos para el territorio indígena podrían cambiar antes de esa fecha”, dijo. “Las cosas pueden cambiar en un instante”.

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