La reciente pausa por el banco central de Estados Unidos, después de 10 alzas consecutivas de la tasa de interés desde marzo de 2022, fue para “ponderar información adicional.” Otros factores, tales como los precios bajos de los energéticos, han contribuido a bajar la inflación desde el año pasado, de alrededor de 9 por ciento a cerca de 4 por ciento, todavía el doble del objetivo de 2 por ciento del banco central.
Pero la economía sigue fuerte, como lo indica el mercado laboral, con una tasa de desempleo de 3.7 por ciento en mayo. Hasta algunos sectores sensibles a la tasa de interés, tal como el mercado de viviendas que declinó el año pasado, han recuperado fortaleza este año. Asimismo, se escuchan menos predicciones sombrías sobre una profunda recesión.
No obstante, varios observadores autorizados han advertido que puede ser prematuro proclamar el fin de la batalla contra la inflación.
El presidente del banco de la Reserva Federal de Atlanta Raphael Bostic, quien favorece pausar el alza de la tasa de interés porque cree que la inflación puede ser subyugada “sin una severa dislocación económica,” admite que “probablemente será necesaria una mayor desaceleración en el mercado laboral.”
Otros observadores son más enfáticos. La primera subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional Gita Gopinath recién dijo, “no hay mucho precedente histórico de que la inflación pueda bajar sin golpear mucho el crecimiento.”
Finalmente, el Informe Económico Anual 2023 del Banco de Pagos Internacionales, el banquero de los bancos centrales dice, “la ‘última milla’ puede plantear el mayor reto.”