Al menos 26 personas han muerto por los fuertes tornado que han azotado en las últimas horas el medio oeste y sur de Estados Unidos, dejando a miles de personas sin electricidad y hasta provocando el colapso del tejado de un teatro donde unas 260 personas asistían a un concierto de heavy metal.
El número exacto de fallecidos se desconoce y podría aumentar en las próximas horas a medida que los servicios de emergencia de los estados más afectados recorren las calles para evaluar los daños y encontrar supervivientes, a veces yendo hasta puerta por puerta.
Hasta ahora, las autoridades locales han confirmado la muerte de siete personas en Tennessee, cinco en Arkansas, tres en Indiana, una en Alabama, otra en Illinois y un fallecido más en Misisipi.
Ante el devastador impacto de los tornados, el presidente de EE. UU., Joe Biden, ha hablado por teléfono este sábado con la administradora de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), Deanne Criswell, quien está coordinando la respuesta federal al desastre.
El mandatario también conversó por teléfono con la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, y con los alcaldes de Little Rock, Frank Scott, Jr., y Wynn, Jennifer Hobbs, que representan dos de las ciudades de Arkansas más impactadas por los tornados, detalló la Casa Blanca en un comunicado.
La gobernadora de Arkansas, quien entre 2017 y 2019 fue portavoz de la Casa Blanca con Donald Trump, ha movilizado a 100 miembros del cuerpo de reservistas de la Guardia Nacional para responder al desastre y ha declarado el estado de emergencia con el fin de poner los recursos del estado al servicio de las labores de búsqueda.
En Little Rock, la capital de Arkansas, unas 2.000 viviendas se han visto dañadas por los tornados y al menos 30 personas han sido hospitalizadas, según el alcalde Frank Scott Jr.
«Sabemos que los vecinos de Little Rock son resilientes y superaremos esto juntos», afirmó este sábado Scott Jr. en un vídeo en Twitter, en el que aún podría escucharse al viento soplar con fuerza.
En el norte de Illinois, los tornados dejaron una escena de «caos absoluto», en palabras del jefe de policía de Belvidere Shane Woody, según recoge el Chicago Tribune.
En concreto, los tornados hicieron que colapsara parcialmente el tejado de un teatro donde 260 personas estaban en ese momento asistiendo a un concierto de heavy metal, lo que ha dejado al menos un fallecido y 28 heridos, de los que cinco están en estado grave, según el departamento de bomberos de Belvidere.
En Sullivan (Indiana) los fuertes vientos y lluvias torrenciales han hecho que algunas áreas «hayan quedado irreconocibles», afirmó este sábado en una rueda de prensa el alcalde de la localidad, Clint Lamb, quien aseguró que el proceso de recuperación «va a ser muy largo».
«Honestamente, me sorprende que no haya habido más daños», reconoció Lamb, quien explicó que por suerte para su cuidad los tornados pasaron por el sur y no llegaron a cruzar la urbe.
Aparte de los daños humanos y de infraestructuras, los tornados han dejado a unos 60.000 hogares sin electricidad en Tennessee y 37.000 en Arkansas, dos de los estados más afectados, según los datos de la web PowerOutage.us, que monitoriza este servicio.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), el viernes por la noche se registraron tornados en siete estados: Arkansas, Misuri, Illinois, Indiana, Tennessee, Wisconsin, Iowa y Misisipi.
Está previsto que la tormenta se mueva hacia el este durante el sábado, por lo que se han activado alertas debido a la fuerza de los vientos en Alabama y Georgia.
Los tornados han golpeado al medio oeste y sur del país justo horas después de que ayer viernes Biden visitara la localidad de Rolling Fork (Misisipi), que quedó devastada la semana pasada cuando una serie de fuertes tornados azotó la región, dejando 26 muertos.