WASHINGTON (VOA) – El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, advirtió el domingo sobre la amenaza de violencia en la inauguración el 20 de enero del presidente electo Joe Biden, especialmente tras el asalto la semana pasada al Capitolio de EE.UU. por miles de simpatizantes del presidente Donald Trump para tratar de bloquear la llegada de Biden al poder.
Schumer, quien pronto se convertirá en el líder de la mayoría en el Senado, dijo que habló el sábado con el director del FBI, Christopher Wray, “para apremiarlo a que persiga sin descanso a la turba de insurrectos violentos, incitados por el presidente Trump, que atacaron el Capitolio de Estados Unidos y mataron a un policía, y que esté en guardia contra potenciales ataques adicionales”.
Según Schumer, “la amenaza de grupos extremistas violentos sigue alta y las próximas semanas son críticas en nuestro proceso democrático con la inminente inauguración”.
Del mismo modo, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, en una carta fechada el sábado, pidió al director de Seguridad Nacional, Chad Wolf, extender el período de tres días establecido para la inauguración a dos semanas, a partir de este lunes y hasta el 24 de enero.
Bowser solicitó también a Wolf otra “asistencia federal directa” no especificada para los planes en la inauguración, ayuda federal de orden público durante la inauguración para que la policía de la ciudad pueda mantener sus patrullas regulares por los vecindarios, y audiencias diarias del FBI sobre amenazas durante el período de la inauguración.
La alcaldesa quiere que el Departamento del Interior niegue las solicitudes de permisos para aglomeraciones públicas durante ese período.
Sus peticiones, dijo, son “esenciales para demostrar nuestra disposición colectiva para asegurar la transición de poderes constitucional”.
Trump anunció el viernes que no asistiría a la inauguración de Biden, lo que lo convertiría en el primer presidente de la historia moderna que estaría presente en la juramentación de su sucesor.
Se espera que el vicepresidente Mike Pence asistirá, así como también los expresidentes George W. Bush y Barack Obama.
El senador republicano por Missouri Roy Blunt, quien supervisa la inauguración de Biden, dijo al sitio web Missourinet que el jueves revisó reportes de inteligencia del FBI sobre el ataque al Capitolio y opina que la reducida inauguración debido a las restricciones por el coronavirus facilitará el manejo de una multitud mucho menor que la regular de alrededor de 200.000 asistentes.
Y el Servicio Secreto, que encabeza un equipo de agencias de orden público que ofrecerán seguridad para la inauguración, emitió un comunicado el viernes en que dijo que ha estado trabajando por más de un año “para anticipar y prepararse para todas las posibles contingencias a todos los niveles con el fin de asegurar un Día de Inauguración seguro”.
El personal de orden público fue insuficiente para controlar la entrada de miles de simpatizantes de Trump en el Capitolio el miércoles pasado.
Varios legisladores, entre ellos el senador demócrata Chris Murphy, han cuestionado cómo esas autoridades pudieron desoír las advertencias de un ataque inminente. Murphy dijo a NPR el viernes que “no había que estar en la web oscura para saber que algo terrible podría suceder el miércoles”.
Y actualmente continúan los llamados en línea a protestas similares, dijo Twitter el viernes en un comunicado.
“Planes para futuras protestas armadas ya comenzaron a proliferar dentro y fuera de Twitter, entre ellas un propuesto segundo ataque al Capitolio de EE.UU. y capitolios estatales el 17 de enero de 2021”, dijo la plataforma.
Junto a numerosos partidarios de Trump que han llamado a protestas en las cuentas de redes sociales, hay numerosos llamados a más manifestaciones cuando Biden sea inaugurado, en un evento que los organizadores están denominando “La Marcha del Millón de Milicianos”.
Algunos organizadores, que se describen como “gente común cansada de sentirse pisoteada” están convocando también a una “Marcha Armada en Todas las Capitales Estatales” para el 17 de enero, tres días antes de la inauguración.