La Oficina de Asuntos del Inmigrante de Nueva York anunció hoy la campaña «We Love Immigrants NY» (Amamos a los inmigrantes de Nueva York) que busca afirmar y celebrar la contribución de todas estas comunidades a la ciudad.
El director de la Oficina, el mexicano Manuel Castro, explicó en comunicado que la campaña, la primera en la historia de la agencia, consta de una serie de 25 ilustraciones, que su oficina lanzará cada semana, que destacan los enclaves de inmigrantes en los cinco condados de la ciudad.
La campaña se lanza al comenzar hoy las celebraciones de la Semana de Herencia del Inmigrante, y al cumplirse 116 años de que el 17 de abril de 1907 llegaron de 11.000 personas a Estados Unidos a través de la Isla de Ellis en Nueva York, el mayor número registrado en la historia de la ciudad (usualmente el número de los recién llegados era de unos 5.000 al día).
Diversas organizaciones que representan la variada comunidad inmigrante se unen cada año a la ciudad para homenajear con conciertos, danzas, eventos literarios, charlas, teatro, documentales, entre otras actividades, su presencia y aportes a la ciudad.
Este año habrá eventos hasta el 30 de junio, mes en que a nivel nacional se celebra el Mes Nacional de la Herencia Inmigrante, de acuerdo con la página de la Oficina de Asuntos del Inmigrante de la Alcaldía.
«Nueva York siempre ha sido un lugar para soñadores y emprendedores, y nuestra herencia inmigrante es el alma de nuestra ciudad», indicó por su parte el alcalde Eric Adams en el comunicado conjunto.
Destacó que ésta es una celebración de las innumerables contribuciones que han hecho, «al igual que aquellos que llegaron a este país a través de la Isla de Ellis en busca de una vida mejor y contribuyeron a la riqueza cultural y la prosperidad económica de nuestra ciudad».
«Honramos su resiliencia, valor y compromiso inquebrantable para construir un futuro mejor para ellos y sus familias», afirmó.
Entre 1892 y el 1924, el periodo de mayor auge, la Isla de Ellis en Nueva York, propiedad del gobierno federal, fue el puerto de entrada para todos los inmigrantes que buscaban una mejor vida en Estados Unidos.
Se estima que más de 12 millones de personas, muchos huyendo de guerras y hambrunas pasaron por allí, donde eran sometidos a una rigurosa inspección previo a autorizar su entrada. Hoy esta isla es un museo que recoge lo que allí sucedía.