El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, renueva su llamado al Congreso para aumentar los impuestos a los ricos y a las grandes empresas en su discurso del Estado de la Unión.
En concreto, Biden vuelve a proponer cambios en el sistema impositivo para hacerlo «más justo» con un impuesto mínimo del 28 % para las grandes empresas y del 25 % para los multimillonarios.
De esa forma, el mandatario intenta marcar un contraste con el expresidente Donald Trump (2017-2021), favorito para ser el candidato republicano en las elecciones de noviembre y quien, en 2017, firmó una ley que redujo considerablemente los impuestos para los ricos y las grandes empresas.
Según la Casa Blanca, Biden planea incluir esos cambios al sistema impositivo en su petición de presupuesto para el año fiscal 2025 (del 1 de octubre de 2024 al 30 de septiembre de 2025) que será publicada la próxima semana.
Ese documento es una mera propuesta y tiene pocas probabilidades de ser aprobada por el Congreso, que se encuentra dividido con el Senado bajo control de los demócratas y la Cámara Baja en manos de los republicanos.
Biden también destaca lo que la Casa Blanca describe como «repunte» económico con la creación de casi 15 millones de empleos desde que el mandatario llegó al poder en enero de 2021 y una tasa de desempleo por debajo del 4 % en los dos últimos años.
La inflación, el tema que más preocupa a los estadounidenses, llegó a superar el 9 % en el verano de 2022. Sin embargo, desde entonces ha ido bajando poco a poco hasta el 3,1 % registrado en enero, el último dato conocido.
Por otra parte, la Reserva Federal aumentó su tasa de interés referencial 11 veces desde marzo de 2022 en un esfuerzo por combatir la inflación, que se afianzó luego que la economía súbitamente se recuperó de la recesión causada por la pandemia en 2020. Parte del objetivo de la Fed era relajar el mercado laboral y enfriar los aumentos salariales, algo que considera que contribuyó a una inflación persistentemente alta.
Muchos economistas creyeron que los rápidos aumentos de tasas podrían llevar al país a una recesión, pero eso no ha sucedido. Los empleos todavía abundan y la economía se ha mantenido mejor de lo esperado gracias al fuerte gasto de los consumidores.
Los empleadores en Estados Unidos lograron un sorprendente aumento en las contrataciones a partir de 2024, agregando 353.000 puestos de trabajo en enero, en la señal más reciente de la continua capacidad de la economía para ignorar las tasas de interés más altas en dos décadas.
La tasa de desempleo es del 3,7% y ha estado por debajo del 4% durante 24 meses consecutivos, la racha más larga desde la década de 1960.