El presidente estadounidense, Joe Biden, apuntó este jueves al 4 de julio, el Día de la Independencia de Estados Unidos, como la fecha en la que el país podrá retomar cierta normalidad y «empezar a marcar su independencia» del virus de la covid-19, con pequeñas reuniones de familias y amigos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ordena este jueves a garantizar que, antes del 1 de mayo, todos los adultos del país tengan la posibilidad de programar una cita para vacunarse contra el COVID-19, dentro de un calendario que apunta a retomar cierta sensación de normalidad para el 4 de julio.
Durante su primer discurso a la nación en horario de máxima audiencia, Biden «ordena a todos los estados, tribus y territorios del país hacer que todos los estadounidenses adultos sean elegibles para recibir la vacuna como tarde para el 1 de mayo», adelantó un asesor del presidente en una rueda de prensa.
Eso no significa que todos los adultos puedan estar vacunados para el 1 de mayo, sino que todos podrán tener acceso a la posibilidad de pedir una cita para conseguirla.
El anuncio no cambia el pronóstico de la Casa Blanca de que será a finales de mayo cuando Estados Unidos tendrá las dosis suficientes para vacunar a todos los adultos del país, que son unos 255 millones, según datos del censo.
Aunque los estados y territorios de Estados Unidos tienen mucha autonomía para gestionar sus recursos, Biden tiene la autoridad, bajo las normas del Departamento de Salud, de «ordenarles» que cumplan con su instrucción de abrir la posibilidad de vacunarse a todos los adultos antes de mayo, explicó el asesor.
Actualmente, más de 64 millones de estadounidenses han recibido al menos una dosis de la vacuna, una cifra que incluye al 65 % de los mayores de 65 años del país, lo que está llevando a muchos estados a avanzar rápidamente para inocular a otros grupos de riesgo y hace pensar que pronto podrán tener acceso los adultos menos vulnerables.
En su discurso, que coincide con el primer aniversario del confinamiento por la pandemia.
El presidente subraya que, «si todos los estadounidenses hacen su parte» para contener la pandemia en los próximos meses, «es muy probable que pueda haber reuniones de pequeños grupos de familias y amigos para celebrar el Día de la Independencia».
El objetivo de retomar reuniones masivas aún queda lejos, pero Biden trata de generar esperanza de que el festivo del 4 de julio sea algo más llevadero que los de Acción de Gracias o Navidad.
Además, con el objetivo de acelerar el ritmo de vacunación, el Gobierno de Biden permitirá a partir de este viernes que puedan presentarse voluntarios para administrar pinchazos los dentistas, oculistas, podólogos, técnicos y asistentes médicos, matronas, veterinarios, paramédicos y fisioterapeutas respiratorios del país.
Y el presidente anuncia el despliegue de más de 4.000 militares en activo para apoyar los esfuerzos de vacunación, lo que elevará el total de soldados que se dedican a ello a más de 6.000.