Al menos nueve personas murieron este sábado, entre ellas el atacante, y siete más resultaron heridas tras un tiroteo que tuvo lugar en un centro comercial de la ciudad de Allen, en Texas, en el sur de Estados Unidos.
Cientos de compradores aterrados huyeron en pánico después de que un hombre saliera de un sedán plateado y empezara a disparar en un centro comercial de productos con descuento en la zona de Dallas, donde mató a ocho personas e hirió a siete antes de morir baleado por un policía que estaba cerca, según las autoridades.
La balacera en Allen, Texas, era un nuevo episodio en una sucesión sin precedentes de asesinatos masivos en Estados Unidos. Apenas una semana antes, según las autoridades, un hombre mató a tiros a cinco personas en Cleveland, Texas, después de que un vecino le pidiera que dejara de disparar porque había un bebé intentando dormir.
Según el jefe del Departamento de Policía de Allen, Brian Harvey, el atacante fue neutralizado por un policía que estaba en el centro comercial tras una llamada no relacionada.
Cuando escuchó los disparos, el policía «vio» y luego «neutralizó» al sospechoso antes de llamar a las ambulancias, que evacuaron a varios heridos.
Seis personas y el atacante fueron encontradas muertas en el lugar, mientras que nueve fueron transportadas a hospitales y dos de ellas fallecieron en el centro médico.
Otras tres están recibiendo «cirugías críticas» y cuatro están «en condición estable», indicó el jefe policial. Al menos uno de los fallecidos es un niño.
En las imágenes publicadas por los medios de comunicación se observa cómo decenas de personas abandonaron el centro comercial, muchas de ellas con las manos sobre la cabeza.
Según el portal de noticias BNO, el hombre llegó en automóvil, se detuvo en una tienda perteneciente a la cadena H&M, salió de su vehículo e inmediatamente abrió fuego indiscriminadamente contra las personas que se encontraban comprando.
Tras lo sucedido, el gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió una declaración en la que explicó que está en contacto con el alcalde del municipio y le ha ofrecido «todo el apoyo del estado», «la asistencia y los recursos necesarios».
«Nuestros corazones están con la gente de Allen, Texas, esta noche durante esta tragedia indescriptible», dijo el republicano.
Estados Unidos ha sufrido al menos 198 tiroteos masivos en lo que va de año, según la organización Gun Violence Archive, que define los tiroteos masivos como aquellos en los que mueren cuatro o más personas, sin incluir al perpetrador del ataque.