Las muertes de menores de edad relacionadas con armas de fuego en Estados Unidos se incrementaron en un 50 % entre 2019 y 2021 y fueron en su mayoría homicidios, según un análisis que publicó hoy el Centro Pew.
El análisis de las cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) encontró que en 2021 el 60 % de las muertes de niños y adolescentes relacionadas con armas de fuego fueron homicidios, en comparación con el 43 % entre los adultos.
La cifra de muertes de niños y adolescentes en incidentes vinculados con armas de fuego subió de 1.732 en 2019 a 2.590 en 2021, según el informe.
Entre los menores el 32 % de las muertes por esta causa resultaron de suicidios, en contraste con el 55 % para los adultos.
El análisis también encontró diferencias raciales y étnicas en las muertes de menores de edad relacionadas con armas de fuego, indicando que en 2021 el 42 % de esos decesos fueron de niños y adolescentes de raza negra, aunque los afroamericanos representan sólo el 14 % de la población.
Las proporciones de muertes por armas de fuego ese año fueron del 33 % entre los niños y adolescentes blancos, de 17 % entre los latinos y de 1 % entre los asiáticos, indicó Pew.
El 83 % de los niños y adolescentes que en 2021 murieron en incidentes relacionados con armas de fuego fueron varones, y el informe encontró que los niños de más edad y los adolescentes son más propensos que los niños pequeños a morir en ese tipo de incidentes.
El 42 % de los padres y madres hispanos indicaron, según Pew, estar estar extremadamente preocupados de que sus niños y niñas sean baleados, en comparación con el 32 % de las familias afroamericanas y el 12 % de las blancas.