Una nueva guía es la herramienta que blande hoy el Servicio Secreto de Estados Unidos, al tiempo que pide mayor cooperación de agencias a nivel local y estatal para evitar actos violentos en todo el país.
La agencia encargada de proteger la vida del presidente de Estados Unidos y otros funcionarios de alto rango quiere que las fuerzas del orden estatal y local hagan más para evitar que las amenazas potenciales se conviertan en violencia.
Y está tratando de mostrar a las agencias policiales de todo el país cómo hacerlo exactamente.
El Centro Nacional de Evaluación de Amenazas (NTAC, por sus siglas en inglés) del Servicio Secreto de Estados Unidos publicó el miércoles una nueva guía, en la que se alienta a las agencias policiales a crear unidades específicas para abordar el comportamiento amenazante en casos en los que existan preocupaciones significativas, incluso aunque todavía no se haya infringido ninguna ley.
La guía pide específicamente que las agencias policiales establezcan lo que el NTAC llama unidades de evaluación de amenazas conductuales, que puedan evaluar los peligros potenciales y luego proporcionar recursos para asegurarse de que las personas obtengan ayuda antes de recurrir a la violencia.
«Lo que nuestra investigación ha encontrado continuamente es que en muchos casos de violencia masiva u otras formas de violencia dirigida, el comportamiento del atacante fue presenciado por transeúntes de la comunidad, algunos de los cuales intentaron informar sus inquietudes a los funcionarios de seguridad pública», dijo Lina Alathari, directora del NTAC, informando a los reporteros antes de la publicación de la guía.
«Desafortunadamente, muchas comunidades carecen de los sistemas estructurados para recibir, evaluar y responder a estos informes de una manera que reduzca la probabilidad de un resultado violento o trágico», indicó.
Pero, la petición del NTAC para que las agencias policiales encuentren formas de ser más proactivas no es nueva.
Un informe de enero de 2023 que analizó 173 ataques masivos llevados a cabo durante un período de cinco años instó a las comunidades a facilitar que los testigos informen sus inquietudes y permitir una intervención más temprana de los asesores de crisis y los servicios sociales.
Ahora esta última guía llega en un momento en que los funcionarios de seguridad nacional se preparan para posibles actos de violencia.
La evaluación anual de amenazas para 2025 del Departamento de Seguridad Nacional, publicada el mes pasado, advirtió: «El entorno de amenaza terrorista en Estados Unidos durante el próximo año seguirá siendo alto».
«La amenaza seguirá estando caracterizada principalmente por delincuentes solitarios o pequeñas células motivadas por la violencia por una combinación de agravios raciales, religiosos, de género o antigubernamentales; teorías de conspiración; y factores personalizados», agregó.
El Servicio Secreto ha respondido a dos intentos no relacionados de asesinar al expresidente y candidato presidencial republicano Donald Trump, y ha sido criticado por no haber impedido que uno de los posibles asesinos disparara ocho tiros y hiriera a Trump antes de que lo detuvieran.
Los investigadores de ese caso han dicho que el hombre armado de 20 años, ahora muerto, había pasado meses investigando asesinatos y vio al expresidente como un «objetivo de oportunidad».
La nueva guía tiene como objetivo mostrar a las agencias policiales cómo detectar señales de advertencia más rápidamente y encontrar formas de intervenir.
«Hemos visto históricamente que las fuerzas del orden en Estados Unidos a veces pueden sentirse limitadas en lo que pueden hacer cuando responden a informes de amenazas u otro comportamiento preocupante, particularmente cuando ese comportamiento no involucra actividad delictiva», dijo el subdirector del NTAC, Steven Driscoll.
«Esta publicación representa la guía más completa jamás producida sobre cómo adaptar y poner en funcionamiento el modelo de Evaluación de Amenazas Conductuales de los Servicios Secretos para su uso por parte de las agencias policiales estatales y locales», explicó.
Algunas agencias policiales estatales ya han adoptado el modelo del Servicio Secreto.
La Oficina Estatal de Investigaciones de Carolina del Norte estableció una unidad de evaluación de amenazas de análisis de comportamiento luego de un tiroteo en 2018 que mató a 17 personas en Parkland, Florida.
La unidad trabaja con otras agencias estatales y el sistema universitario del estado para prevenir posibles ataques.
El estado de Hawái también ha creado un equipo para intervenir en casos de posible violencia. Y hay un programa similar en Washington, la capital de Estados Unidos.
«La metodología de evaluación de amenazas conductuales ha demostrado ser eficaz para proteger a la comunidad una y otra vez», dijo Driscoll. «La prevención se lleva a cabo con éxito todos los días y, afortunadamente, estas son historias de las que nunca oímos hablar, cuando todo el mundo vuelve a casa sano y salvo».
Como ejemplo, Driscoll señaló un estudio de 2021 del NTAC que analizó 67 incidentes en los que se evitaron ataques a escuelas gracias a que los estudiantes y los miembros de la comunidad informaron de señales de advertencia para que las autoridades pudieran intervenir antes de que alguien resultara herido.
A pesar de estos éxitos, el NTAC dijo que no tiene datos sobre cuántas comunidades tienen unidades de evaluación de amenazas conductuales. Y a los funcionarios les preocupa que demasiadas agencias policiales estatales y locales carezcan de acceso a programas que les permitan intervenir cuando se ha identificado una amenaza, pero no se ha infringido ninguna ley.
Sin embargo, hay algunos fondos federales disponibles.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos dijo que ha otorgado casi 90 millones de dólares a través de su Programa de Subvenciones para la Prevención de la Violencia y el Terrorismo, desde 2020.
Y Alathari, del NTAC, dijo que las unidades especializadas pueden ser efectivas, incluso cuando las personas y los recursos son escasos.
«Las unidades de evaluación del comportamiento pueden variar en tamaño», dijo en respuesta a una pregunta de la Voz de América. «Una agencia con recursos limitados para establecer este tipo de unidad podría comenzar con un solo oficial de prevención de la violencia designado que mantenga la responsabilidad de recopilar información para gestionar situaciones que podrían girar en torno a la violencia potencial».