Según Gun Violence Archive (GVA), un proyecto sin ánimo de lucro que sigue la violencia armada en Estados Unidos, en lo que va de 2023 se han registrado 338 tiroteos masivos.
GVA define como tiroteo masivo aquel que acaba con cuatro víctimas, sean muertos o heridos, sin incluir al autor del ataque si es que ha fallecido o sufrido lesiones durante el suceso.
Un tiroteo durante una fiesta en la ciudad de Baltimore (Maryland, Estados Unidos) dejó en la madrugada del domingo dos fallecidos y 28 heridos, de los que tres se encuentran en situación crítica, informó el jefe interino de la policía local, Richard Worley.
El tiroteo se produjo en la madrugada del domingo durante una fiesta popular que había reunido en la calle a los vecinos del barrio de Brooklyn, en el sur de Baltimore.
Sobre las 00.35 hora local (04.30 GMT), los agentes de policía acudieron al lugar de los hechos tras haber recibido numerosas llamadas telefónicas que alertaban de un tiroteo.
Cuando los agentes llegaron, se encontraron con «múltiples víctimas» que habían sido heridas de bala, detalló Worley en una rueda de prensa.
Una mujer de 18 años fue declarada muerta en el lugar del tiroteo, mientras que un hombre de 20 años murió poco después en un hospital local, según explicó posteriormente la policía local en un comunicado.
Los 28 heridos han recibido atención médica en hospitales locales y tres de ellos se encuentran en situación crítica.
La policía de Baltimore aún está buscando a los responsables del tiroteo y ha pedido colaboración a la ciudadanía.
En la rueda de prensa que se produjo en el lugar de los hechos, el alcalde de Baltimore, el demócrata Brandon Scott, lamentó lo sucedido y prometió que la policía encontrará a los culpables.
Dirigiéndose directamente a los responsables y visiblemente indignado Scott afirmó: «No pararemos hasta encontraros y os encontraremos. Hasta entonces, espero que con cada aliento que toméis, penséis en las vidas que habéis tomado».
Scott fue elegido alcalde en 2020 con la promesa de reducir la violencia armada en Baltimore y, en una columna de opinión en The Washington Post en enero, argumentó que las autoridades deben hacer mayores esfuerzos para abordar el problema de la violencia armada de una manera más integral.