Washington, (EFE ).- La muerte de otro joven negro, Rayshard Brooks, por disparos de un agente blanco causó una profunda conmoción en Atlanta (Georgia, EE.UU.) y provocó este sábado la dimisión de la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields.
Brooks, de 27 años, falleció tras ser tiroteado la noche del viernes en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy’s en Atlanta, tras resistirse a ser detenido y forcejear con dos agentes blancos, informó en un comunicado el Buró de Investigación de Georgia (GBI, en inglés).
El incidente, captado parcialmente en un vídeo que circuló rápidamente en las redes sociales, ocurrió en plena ola de protestas para denunciar la violencia policial contra las minorías.
UNA DIMISIÓN Y UN INCENDIO
La alcaldesa de Atlanta, la afroamericana Keisha Lance Bottoms, anunció en una rueda de prensa la tarde del sábado que la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields, había presentado su dimisión.
El cese se informó poco después de que activistas locales exigieran la renuncia de Shields y de que decenas de personas se manifestaran en Atlanta para denunciar lo sucedido.
«A la familia del señor Brooks, no hay palabras suficientemente fuertes como para expresar lo sinceramente que lamento su pérdida», dijo Bottoms, que está entre las políticas demócratas que el exvicepresidente Joe Biden se plantea seleccionar como candidata a la Vicepresidencia en las elecciones de noviembre en EE.UU.
La alcaldesa opinó además que lo ocurrido no fue «un uso justificado de la fuerza letal» y pidió «el despido inmediato del agente» que disparó a Brooks.
El incidente motivó protestas masivas que a última hora del sábado derivaron en el incendio por parte de algunos del restaurante Wendy’s en cuyo aparcamiento se produjo el incidente y en el bloqueo temporal de una autopista, algo que resultó en varios arrestos.
LOS DETALLES DEL INCIDENTE
El suceso comenzó hacia las 22:33 del viernes (02:33 GMT del sábado), cuando la policía acudió al aparcamiento tras recibir una «queja de que un hombre estaba dormido en un vehículo aparcado delante de la ventanilla» del restaurante, lo que dificultaba la recogida de alimentos a otros clientes, indicó el GBI.
Los agentes hicieron una prueba de alcoholemia a Brooks y, tras confirmar que estaba ebrio, intentaron detenerle, pero el joven «se resistió y comenzó un forcejeo» entre los tres, apunta la nota.
«El agente de policía sacó una pistola de descarga eléctrica, y los testigos dicen que, durante el forcejeo, el hombre (Brooks) agarró esa pistola eléctrica y se hizo con ella», agrega.
Un primer vídeo difundido en las redes sociales muestra el forcejeo con los agentes y cómo el hombre consigue zafarse de ellos y sale corriendo, perseguido por uno de los policías.
DISPARADO TRAS HACERSE CON UNA PISTOLA ELÉCTRICA
Un segundo vídeo publicado este sábado por el GBI muestra cómo Brooks, tras huir de los agentes, alargó su brazo hacia atrás y apuntó aparentemente al agente con la pistola de descarga eléctrica.
«En ese momento el agente de Atlanta agarró su arma, la disparó e impactó en el señor Brooks, y éste cayó al suelo», explicó en una rueda de prensa el director del GBI, Vic Reynolds.
Brooks fue «trasladado a un hospital local, donde murió tras la operación», indicó el GBI, cuyo director pidió al público que «no se apresure a la hora de llegar a conclusiones» sobre lo ocurrido.
Un abogado de la familia de Brooks, L. Chris Stewart, disputó la versión oficial en una rueda de prensa, al asegurar que los testigos con los que ha hablado no vieron a la policía hacer un test de alcoholemia a la víctima y subrayar que una pistola eléctrica no es un arma letal.
«Su vida (del policía blanco) no estaba en riesgo inmediato cuando disparó ese tiro», recalcó Stewart.
El debate sobre el racismo está especialmente vivo en Georgia, donde el pasado febrero dos hombres blancos mataron a tiros a un joven afroamericano desarmado, Ahmaud Arbery, en un incidente grabado en vídeo y que generó conmoción por el retraso en detener a los implicados.