A las puertas de la temporada alta de circulación de autos durante el verano, en Estados Unidos se escuchó un respiro de alivio, durante el feriado del Día de los Caídos, ante el anuncio de un acuerdo bipartidista sobre el límite del endeudamiento federal. Además, durante el feriado los conductores pudieron disfrutar de los precios más bajos de la gasolina en un año, a un promedio nacional de alrededor de $3.40 por galón.
Por distintas razones durante los últimos 16 meses, el precio del barril de petróleo ha bajado desde $120 hace un año a cerca de $70. Por ejemplo, no se ha materializado la anticipada caída en las exportaciones rusas de petróleo, resultantes de las sanciones impuestas al comienzo de la guerra en Ucrania. En abril, las exportaciones rusas de crudo, primordialmente hacia China e India a precios reducidos, llegaron a 8.3 millones de barriles, el mismo nivel alcanzado desde que comenzó la guerra. Además, las ventas de la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos y de otras economías avanzadas empujaron hacia abajo los precios. Por ejemplo, el año pasado Estados Unidos vendió alrededor de 200 millones de barriles de la Reserva Estratégica, a un precio promedio de $95 por barril. El Departamento de Energía ha anunciado su intención de reabastecer la Reserva Estratégica a los actuales precios más bajos de entre $67 y $72.
Asimismo, el levantamiento de las estrictas restricciones pandémicas en China, el mayor importador mundial de petróleo y otras materas primas, todavía tiene que generar el esperado aumento en la demanda. Finalmente, los recortes de producción acordados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y otros productores no han reducido aún la oferta global de crudo.
Estas circunstancias favorables pueden cambiar rápidamente, por ende, los consumidores deben disfrutar los precios bajos, mientras duren.