El Gobierno estadounidense está intentando ampliar a más países de Latinoamérica el programa «Movilidad Segura», ya activo en Colombia, Costa Rica y Guatemala y cuyo objetivo es ofrecer vías legales a los migrantes y refugiados que anhelan llegar a Estados Unidos.
Así lo reveló a EFE en una entrevista Katie Tobin, asesora principal para migración en la Casa Blanca y quien este martes estuvo sentada junto al presidente estadounidense, Joe Biden, en una reunión que mantuvo en el Despacho Oval con su homólogo costarricense, Rodrigo Chaves.
Las llamadas oficinas de «Movilidad Segura» pueden ser un «modelo» para otros países, en su opinión, y Washington tiene la intención de expandir ese programa por el continente.
«Esperamos que otros países den un paso adelante y también accedan a albergar estas oficinas de movilidad segura o que acepten casos de ellas. Necesitamos realmente que todos los países jueguen un papel en esto», manifestó la asesora de Biden.
Tobin no reveló en qué países podrían abrirse las próximas oficinas de «Movilidad Segura», pero aseguró que hay conversaciones «en curso» con otros socios que se están desarrollando en el marco de la Declaración de Los Ángeles, con la que 21 naciones se comprometieron a mejorar la gestión de la migración en la región.
La prioridad de Biden, explicó, es expandir las vías para que los migrantes y refugiados puedan trasladarse legalmente a Estados Unidos y no tengan que emprender por su cuenta el peligroso viaje al norte.
38.000 PERSONAS YA HAN APLICADO AL PROGRAMA
Desde que las oficinas empezaron a operar en junio en Colombia, Costa Rica y Guatemala más de 38.000 personas han presentado sus solicitudes a través de la web movilidadsegura.org, indicó a EFE un portavoz del Departamento de Estado.
Sin embargo, a fecha del 28 de agosto, de esos 38.000 individuos solo 2.100 han podido iniciar los trámites para pedir asilo en Estados Unidos, es decir, un 5,5 % de todos los solicitantes.
Además de Estados Unidos, los migrantes y refugiados tienen la opción de ir a España y Canadá, que se han comprometido a acoger a algunos solicitantes de asilo.
El programa «Movilidad Segura» busca ayudar a los migrantes y refugiados que han ido llegando en mayores números a Estados Unidos en los últimos meses y que suelen ser originarios de Venezuela, Cuba o Haití.
En concreto, la oficina de Colombia permite solicitudes de cubanos, haitianos y venezolanos, mientras que Costa Rica atiende a venezolanos y nicaragüenses y Guatemala presta atención a sus propios nacionales, que durante años han huido a EE.UU. ante la violencia y falta de oportunidades en su país.
PROGRAMAS PILOTO
Las oficinas en Colombia, Costa Rica y Guatemala están operando como parte de un programa piloto de seis meses, que está en periodo de prueba y podría hacerse permanente.
Tobin no dio pistas sobre si EE. UU. planea prorrogar ese programa y se limitó a decir que, de momento, el Ejecutivo está evaluando su funcionamiento junto a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que colaboran con su implementación.
«Lo estamos probando, viendo cómo funciona. Estamos solucionando todos los problemas y trabajando no solo con Gobiernos, sino también con actores humanitarios. Por eso, queremos ver cómo funciona el programa piloto. Ojalá sea un éxito y luego podamos expandirlo», dijo.
Aparte de las oficinas de «Movilidad Segura», el Gobierno de Biden ha tomado otras medidas para fomentar la migración legal y evitar que miles de personas crucen a pie la frontera con México en busca de asilo o mejores oportunidades económicas, lo cual ha ejercido una gran presión sobre los recursos de algunas comunidades fronterizas.
Uno de los programas permite a los nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela solicitar un permiso humanitario para entrar a Estados Unidos, pero solo califican quienes llegan en avión a territorio estadounidense y tienen un contacto que pueda probar que les ayudará en su adaptación al país.
Además, el Ejecutivo ha desarrollado la aplicación móvil «CBP One», que permite a quienes están en México concertar citas con las autoridades estadounidenses para presentar sus casos de asilo. Esa aplicación solo ofrece 1.250 citas diarias, lo que significa que los espacios disponibles se llenan rápidamente.