La administración del presidente Joe Biden continúa su lucha contra lo que llama «crisis de opioides», causantes de cientos de muertes por sobredosis de drogas en el país.
El gobierno de Estados Unidos ha declarado como «emergencia emergente» al fentanilo adulterado con xilacina, un tranquilizante no opioide de uso veterinario, asociado de manera creciente con muertes por sobredosis en el país, informó este miércoles la Casa Blanca.
La designación se produce «después de una cuidadosa revisión del impacto de la xilacina en la crisis de los opioides, incluido su papel cada vez mayor en las muertes por sobredosis en todas las regiones de EE. UU.», detalla el comunicado.
La administración del presidente Joe Biden anunció este martes una nueva estrategia en la lucha contra el fentanilo, dentro de la que está tomando pasos cada vez más firmes para identificar y cerrar lagunas legales sobre las clasificaciones de las drogas como sustancias prohibidas.
“Como médico, estoy profundamente preocupado por el impacto devastador de la combinación de fentanilo y xilazina, y como asesor de políticas de drogas del presidente Biden, estoy inmensamente preocupado por lo que significa esta amenaza para la nación”, dijo el director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas (ONDCP) de la Casa Blanca, el doctor Rahul Gupta.
En el comunicado, el doctor Gupta explicó que este elevado riesgo es lo que ha llevado a la administración a utilizar «esta autoridad de designación por primera vez desde que se aprobó en el Congreso en 2018».
“Al declarar la combinación de xilacina con fentanilo como una amenaza emergente, estamos siendo proactivos en nuestro enfoque para salvar vidas y crear nuevas herramientas para funcionarios de salud pública y seguridad pública y comunidades en todo el país», indicó el director del ONDCP.
Según datos de la Administración de Control de Drogas (DEA), entre 2020 y 2021, las muertes por sobredosis de xilacina positiva aumentaron un 1.127 % en el sur estadounidense, un 750 % en el oeste, más del 500 % en el medio oeste y más del 100 % en el noreste.
La Casa Blanca afirma que «si bien las cifras nacionales de muertes por sobredosis se han nivelado o disminuido durante siete meses consecutivos, la xilacina está complicando los esfuerzos para revertir las sobredosis de opioides con naloxona y amenaza el progreso que se está logrando para salvar vidas y abordar la crisis de los opioides».
Tras la declaración pública de hoy, Washington tomará medidas para publicar una respuesta de todo el gobierno que incluirá trabajo sobre pruebas de xilacina, tratamiento y protocolos de atención de apoyo, sistemas de datos completos, estrategias para reducir el suministro ilícito e investigación rápida sobre las interacciones entre xilacina y fentanilo.
«A los padres, seres queridos, líderes comunitarios y aquellos afectados por el uso de xilacina: quiero que sepan que la ayuda está en camino”, aseguró el doctor Gupta.