Baltimore, Maryland, EE. UU.– Si está en Estados Unidos, encienda la televisión uno de estos días de campaña electoral y lo más probable es que acabe escuchando algún mensaje del estilo «los demócratas son blandos con el crimen» o «por culpa de las políticas progresistas nuestras ciudades están bañadas en sangre».
El crimen violento y la supuesta tibieza de los legisladores del Partido Demócrata son algunos de los lemas de campaña favoritos de los candidatos republicanos, y con razón: según las encuestas, la inseguridad es uno de los asuntos que más preocupan a los votantes estadounidenses, por debajo tan solo de la inflación y la economía.
Además, hay más gente que opina que los candidatos conservadores son más eficaces en este asunto que los progresistas, de acuerdo a los últimos sondeos del Pew Research Center y de Ipsos.
En pocas ciudades se habla más de crimen que en Baltimore (Maryland). El escenario de la icónica serie The Wire aparece consistentemente en los «rankings» de lugares más inseguros del país, y es la segunda urbe que más homicidios per cápita registra de todo Estados Unidos (casi 60 por cada 100.000 habitantes), por detrás solo de San Luis (Misuri).
El criminólogo de la Universidad de Baltimore Jeffrey Ian Ross explicó a EFE que la ciudad presenta una serie de características muy arraigadas que son extrapolables a otros centros metropolitanos estadounidenses con altos niveles de delincuencia: una subcultura criminal muy activa y una gran presencia de armas de fuego.
Y a pesar de que el enclave es claramente un bastión progresista, algunos de sus residentes creen que las posturas anti Policía de algunos demócratas y su cercanía con el movimiento «Defund the Police» (desfinanciar a la Policía) van a pasarle factura al partido del presidente Joe Biden en las elecciones legislativas de noviembre.
«LA MAYORÍA QUIERE SEGURIDAD»
«La mayoría de la gente quiere seguridad, especialmente en una ciudad como Baltimore. Y eso (la cercanía con «Defund the Police») disgustó a mucha gente, y creo que les va a pasar factura a los demócratas en las elecciones», dijo a EFE Michael Salconi, un actor italoamericano que, casualmente, interpreta a un detective en la serie The Wire.
Michael pasea a sus cuatro perros junto a su hermano por el barrio de Little Italy cuando se encuentra a dos viejos amigos sentados en un banco, fumando puros.
Todos coinciden en que la economía es su principal preocupación de cara a las elecciones, ya que, en su barrio, el crimen no está tan presente como en las zonas más deprimidas de la ciudad.
«Aunque bueno», dice de pronto Ed, uno de los dos fumadores, «¿oísteis lo del guardia de seguridad que le pegó un tiro en la cara a un yonqui en la puerta del CVS (una cadena de farmacias) el otro día?».
«NO SE TRATA DE AYUDARLOS, SE TRATA DE ENCERRARLOS»
Quien sí tiene claro que el crimen es el principal problema de la ciudad es Jesse, que trabaja de profesor en Fresh Start, un programa de educación para jóvenes que han abandonado los estudios.
El educador no opina, sin embargo, que haya ningún candidato, ni demócrata ni republicano, que tenga realmente intención de afrontarlo, ya que las propuestas conservadoras de aumentar los recursos de la Policía o de los progresistas de limitar el acceso a las armas de fuego ignoran la verdadera causa de fondo: la pobreza y la falta de oportunidades.
«Nadie quiere ayudar a estos jóvenes, se trata de encerrarlos. No se trata de educarlos, se trata de encerrarlos», repitió el hombre, que aseguró tener estudiantes de 16 años que no saben leer.
Jesse es muy crítico con los políticos que solo fingen preocuparse por los jóvenes de la ciudad para salir elegidos, y por eso cree que no votará en las elecciones. Ha visto venir y pasar a gobernadores y alcaldes y las cosas siguen exactamente igual.
«Se ha dejado de cuidar la ayuda (institucional) a las comunidades. Una vez quitas el cuidado, el crimen lo único que hace es desplazarse. No puede tratarse de números y dólares, la gente tiene que valorar su comunidad para valorarse a sí mismos», afirmó a EFE.
UN DESAFÍO A LA DEMOCRACIA
En los barrios más históricos (y turísticos) que hay cerca del puerto, las prioridades son otras.
Lorraine y Christy, que ya de entrada reconocen que van a votar a los demócratas, consideran que el principal problema al que se enfrenta el país es el extremismo de los conservadores y sus desafíos a la democracia.
En cuanto a la inflación, piensan que los más afectados por el aumento de los precios son las grandes compañías, que ya ganan fortunas, y el crimen, aunque reconocen que es un problema en algunas zonas de la ciudad, no les afecta tanto en su barrio.
«Yo tengo calle, sé qué cosas puedo hacer y qué no, pero el crimen aquí siempre ha sido igual», explicó Lorraine.
Más allá de las preocupaciones de los ciudadanos, lo que está claro es que el crimen ocupa un lugar central en las campañas de muchos candidatos en EE.UU., especialmente los republicanos.
Para Ross, el criminólogo, esto tiene un motivo claro: la muerte a manos de la Policía de George Floyd en Mineápolis (Minesota) en 2020 y el protagonismo del movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan), muy crítico con la labor de las fuerzas de seguridad, han contribuido a crear una «tormenta perfecta» a nivel nacional.
Aunque en Baltimore, indicó Ross, que aterrizó en la ciudad a comienzos de los 2000, «el debate ya estaba ahí cuando llegué».