Las tres mayores distribuidoras de medicamentos del país y la farmacéutica Johnson & Johnson (J&J) han aceptado pagar unos 26.000 millones de dólares en compensaciones por su papel en la crisis de los opioides, según anunciaron esta semana las autoridades. El histórico acuerdo pondrá fin a las demandas impulsadas por numerosos estados y ciudades contra las cuatro empresas y ofrecerá importantes fondos para apoyar a las comunidades más afectadas por la adicción y las sobredosis con este tipo de medicamentos. «Johnson & Johnson, McKesson, Cardinal Health y Amerisource Bergen no sólo prendieron la mecha, sino que alimentaron el fuego de las adicciones a los opioides durante más de dos décadas. Hoy, estamos haciendo responsables a estas empresas e inyectando decenas de miles de millones de dólares en comunidades de todo el país», señaló el pasado miércoles en un comunicado la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, quien junto a fiscales de varios estados confirmaron el pacto, que por el momento tiene carácter tentativo, pues ahora corresponde a cada estado y localidad pronunciarse sobre él.
Si un número suficiente de ellos lo apoya, se hará efectivo y los firmantes comenzarán a recibir los pagos de las empresas.
Nueva York, que el lunes ya cerró por su cuenta su parte del acuerdo, recibirá más de 1.000 millones de dólares y, a cambio, retirará a las tres distribuidoras de un juicio que actualmente se desarrolla en Long Island, el primero con jurado que se lleva a cabo en Estados Unidos por la crisis de los opioides.
Johnson & Johnson, que también estaba entre las acusadas, ya se había librado del juicio tras acordar con la Fiscalía pagar 230 millones de dólares y abandonar este negocio.
Con este pacto se resolverán demandas de casi 4.000 entidades que han demandado a J&J, McKesson, Cardinal Health y Amerisource Bergen ante tribunales federales y estatales.
Los tres distribuidores se comprometen a abonar hasta 21.000 millones de dólares durante un plazo de 18 años, mientras que la farmacéutica pagará hasta 5.000 millones durante los próximos nueve años.
El acuerdo cubre únicamente a las cuatro empresas en cuestión, por lo que continuarán adelante los miles de acciones que hay en curso contra otras empresas, incluidos fabricantes o las grandes cadenas de farmacias.
En los últimos años, varias empresas han aceptado ya pagar compensaciones por su responsabilidad en la crisis. Actualmente, hay juicios en curso en Nueva York y California que incluyen a compañías como Teva o Allergan, mientras que las grandes cadenas de farmacias están pendientes al inicio de procesos en su contra en los próximos meses.
Mientras, otras compañías, como Purdue Pharma, considerada una de las mayores responsables del problema de los opioides como fabricante del popular producto OxyContin, se han declarado en bancarrota para hacer frente a las enormes cantidades de dinero que se les reclama.
Según las autoridades, entre 1999 y 2019 casi medio millón de personas murieron en Estados Unidos por sobredosis de opiáceos.
En 2020, según datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud, murieron más de 93.000 personas por sobredosis de medicamentos, un incremento del 30 % sobre la cifra del año anterior, que ya había sido un récord.
De esas muertes, 69.710 se atribuyeron a sobredosis de opioides.