Donald Trump, el enemigo número 1 de los autos eléctricos
Las elecciones tienen consecuencias, y las decisiones que las personas toman a partir de ellas trascienden. La semana pasada, mientras Donald Trump se enfrentaba a una serie de investigaciones y acusaciones penales, habló en la Convención Republicana de Georgia, un estado clave en la contienda para las elecciones de 2023. Ahí no sólo demonizó al sector de los vehículos eléctricos del estado, sino que prometió derogar el Plan de Energía Limpia del presidente Biden.
En otras palabras, prometió acabar con miles de empleos, perjudicar a la economía local y eliminar avances importantes para limpiar nuestro aire. No olvidemos que ya estamos viendo los resultados del Plan de Energía Limpia en los más de 190 proyectos anunciados desde el año pasado a nivel nacional -entre ellos 129 están localizados en comunidades de color, generando más de 85,000 empleos nuevos-. Específicamente en Georgia, ya hay 11,461 empleos nuevos y $11,62 mil millones en inversiones.
La postura de Trump muestra a su vez lo distanciado que está de la realidad local. El actual gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp, ha dicho que quiere convertir al estado en la capital de la movilidad eléctrica, en un claro esfuerzo por concentrar inversiones y empleos que se están generando justamente gracias al Plan de Energía Limpia liderado por el presidente Biden y los demócratas en el Congreso. ¿Irónico no?
El discurso de Trump se dio también cuando en Georgia se perdió el 90% de la cosecha de duraznos este año debido a condiciones de clima extremo durante el invierno, otra de las nefastas consecuencias asociadas al cambio climático. Esta área sostiene parte importante de la agricultura en Georgia, con una producción cercana a los 59 millones de kilos.
Pero para los republicanos MAGA extremos como Trump esto no cuenta, ni siquiera lo menciona, aunque tiene un impacto directo en la economía del estado. Un momento de la verdad, para abrir los ojos de quienes aún creen que los republicanos hacen un mejor trabajo protegiendo la economía.
Los intereses que sí quieren proteger son los de las petroleras. Así lo demostró una vez más el ex presidente en una entrevista con Fox esta semana donde elogió el trabajo de su administración para iniciar perforaciones de petróleo en Alaska.
Para quienes sufrimos con cada uno de los casi 100 anuncios que desmantelaron, debilitaron o anularon protecciones medioambientales durante la administración de Trump, sus palabras no pasan desapercibidas, porque sabemos lo que está en juego.
Trump no hizo más que silenciar a las comunidades de color afectadas por la contaminación y trató repetidamente de desfinanciar a la Agencia de Protección Ambiental.
Sabemos el daño que puede causar, sabemos que el progreso que hemos alcanzado para reducir las emisiones que generan el cambio climático debe ser protegido, no sólo para reducir el impacto de la crisis climática, sino para proteger empleos y economía locales.