Washington, EE.UU.- A sus 90 años el actor William Shatner, el mítico capitán Kirk en la serie de ciencia ficción Star Trek, se convirtió este miércoles en la persona de más edad en viajar al espacio, a bordo del cohete New Shepard desarrollado por la compañía Blue Origin, del magnate Jeff Bezos.
Fueron solo diez minutos de vuelo espacial, pero suficientes para conmover a Shatner, quien aseguró a su vuelta a la Tierra que había sido «la experiencia más profunda» que jamás haya imaginado.
El actor, pertrechado con un mono azul al igual que sus compañeros de viaje, estuvo acompañado en su periplo espacial por otros tres astronautas, dos hombres y una mujer.
En concreto, dos de ellos pagaron por ir al espacio -Chris Boshuizen, cofundador de la compañía de nanosatélites Planet Labs, y Glen de Vries, cofundador de una plataforma de investigación clínica-, mientras que la tercera fue Audrey Powers, vicepresidenta de Misiones y Operaciones de Vuelo de Blue Origin.
El New Shepard partió desde Van Horn, en el oeste de Texas (EE.UU.), con más de una hora de retraso, a las 09.50 hora local (14.50 hora GMT), según lo inicialmente previsto.
El vuelo, inicialmente programado para el martes, se pospuso un día por los fuertes vientos en la zona donde se ubicó la plataforma de lanzamiento.
BEZOS, DE «TAXISTA»
Antes de su partida este miércoles, los viajeros espaciales fueron transportados a la plataforma, en mitad de una área desértica, en dos vehículos, uno de ellos conducidos por el propio Bezos.
Sonrientes, los cuatro tripulantes subieron a la cápsula en el extremo superior del cohete, que fue lanzado a una velocidad tres veces superior a la del sonido hasta alcanzar más de 62 millas de altura (unos 100 kilómetros de altura).
El cohete traspasó así la línea imaginaria de Kármán, que en algunos ámbitos científicos se acepta como la división entre la atmósfera y el espacio exterior.
Poco después regresaba a la Tierra la parte inferior del cohete, que aterrizó en la plataforma de lanzamiento, mientras la cápsula quedaba unos minutos flotando en el espacio antes de descender ayudada por varios paracaídas gigantescos.
Nada más tocar tierra la cápsula, Shatner tuiteó una cita de Isaac Newton: «No sé lo que puede parecerle al mundo, pero para mí ha sido como un niño jugando en la orilla del mar que se divierte ahora y después encontrando un guijarro más suave o una concha más bonita que las normales, mientras el gran océano de la verdad se extiende sin descubrir ante mis ojos».
Fuera de la cápsula les esperaba Bezos, que recibió uno por uno a los turistas espaciales con un abrazo, conforme fueron saliendo de la cápsula.
LA EXPERIENCIA MÁS PROFUNDA QUE JAMÁS HE VIVIDO: SHATNER
El segundo en salir fue Shatner, quien le dijo al fundador y hasta hace poco consejero delegado de Amazon que esta ha sido la experiencia «más profunda» que jamás ha vivido.
«Todo el mundo debería hacer esto», aseguró el actor canadiense, visiblemente conmovido. «Ver el látigo azul junto a ti y ahora estás mirando la oscuridad, es lo que pasa».
Entre lágrimas detalló cómo había mirado abajo, a ese azul, con la oscuridad arriba, y que se había preguntado si existe la muerte.
«¿Es así la muerte? Ha sido tan conmovedor, esta experiencia ha sido increíble», remarcó Shatner, quien espera no recuperarse «nunca» de lo vivido este miércoles.
De esta manera, el intérprete ha alcanzado por primera vez en la vida real el espacio, tras hacerlo en la ficción a bordo de la nave «Enterprise» en la serie «Star Trek», que emitió su primer episodio en 1966 y duró tres temporadas.
Más tarde el artista volvió a encarnar al capitán Kirk en seis películas entre 1979 y 1991.
Este vuelo se produce después de que New Shepard, de 60 pies de altura (unos 18,2 metros), fuera probado en 15 ocasiones sin tripulación, antes de efectuar su primer viaje con personas a bordo el pasado 20 de julio, en el que participó el propio Bezos, su hermano Mark y otras dos personas.
El cohete se llama así en homenaje a Alan Shepard, el primer estadounidense que llegó al espacio en 1961 y uno de los astronautas que han pisado la luna.
UN PROYECTO CONTROVERTIDO
El proyecto no ha estado exento de polémica: en septiembre pasado la exdirectora de Comunicaciones de Empleados de Blue Origin Alexandra Abrams publicó un texto con denuncias de una veintena de trabajadores y extrabajadores de la empresa, no identificados, que denunciaron un ambiente laboral tóxico.
En el texto se denunciaba una cultura empresarial marcada por el machismo, con algunos responsables tratando a las empleadas de manera inapropiada.
Además, afirmaban que en varias ocasiones los empleados habían manifestado su preocupación sobre la seguridad, pero que la rapidez a la hora de lanzar el vuelo en el que viajó en julio Bezos había sido la prioridad para la empresa.
Ante estas acusaciones, Blue Origin respondió con un comunicado en el que subrayó que tiene una política de tolerancia cero con la discriminación o el acoso de cualquier tipo.
Bezos es uno de los multimillonarios que se han lanzado a la carrera espacial por poner en marcha viajes comerciales.
En julio, nueve días antes que Bezos, el magnate británico Richard Branson, alcanzó las fronteras del espacio a bordo de un avión fabricado por su compañía Virgin Galactic, con el que, a una velocidad tres veces superior a la del sonido, cruzó los 80 kilómetros (49 millas) de altura.
A Branson y Bezos se suma Elon Musk, el fundador del fabricante de coches eléctricos Tesla y de SpaceX, la firma contratista de la NASA que ya ha enviado astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) y que hacia fines de este año espera llevar a cabo el primer viaje tripulado con fondos privados al espacio.