La entrada triunfal al mercado estadounidense de otra empresa china de bajo costo, Temu, ha sonado las alarmas del peso pesado del comercio online. Shein está entre los grandes responsables de la popularidad de la «moda rápida», considerada entre las principales fuente de contaminación mundial.
Miami, EE. UU.— El gigante chino del comercio online, Shein, es uno de los responsables de la popularidad del fast fashion en Latinoamérica, sin embargo, la reciente llegada de Temu, un fuerte competidor con precios más bajos, podría hacer peligrar su supremacía en la región.
Desde su salida al mercado a fines de 2022, Temu se ha convertido en una de las aplicaciones de compras más descargadas en Estados Unidos, donde quedó en el puesto doce durante los festivos de fin de año, dos posiciones por encima de Shein.
El principal motivo de este éxito instantáneo está en sus atractivos precios, mucho más bajos que los ofrecidos por Shein y AliExpress, ya de por sí conocidos por sus ofertas.
La estrategia de mercadeo de Temu está orientada en gran parte a las redes sociales, donde ha invertido millones de dólares en publicidad y contratado a influencers como portavoces que hacen comparaciones con Shein, lo que ha convertido a plataformas como TikTok en campos de batalla entre las dos marcas.
Shein incluso llevó a Temu ante los tribunales de EEUU por «declaraciones falsas y engañosas». La demanda, interpuesta en diciembre, acusa a Temu de pagar a influencers para hablar mal de Shein y hacer comparaciones ventajosas para el nuevo competidor.
Aunque todavía no está disponible en América Latina, ya los fieles de Shein en la región han comenzado a interesarse por la nueva empresa minorista. «Si te dan lo mismo a menor precio, pues por supuesto que me voy a interesar», afirmó a la Voz de América Daniela Pajárez, una joven profesional mexicana que compra en Shein «desde hace años».
Precios irresistibles
Latinoamérica está entre los mercados donde el gigante minorista ha encontrado uno de los públicos más receptivos. La principal razón: los precios.
«La calidad no es la mejor que te vas a encontrar en el mercado, pero por 200 pesos [alrededor de 11 dólares] no puedes pedir más. Entre cupones de descuento y ofertas, he llegado a comprar 10 piezas de ropa por menos de menos de 1.000 pesos [unos 50 dólares]», insistió Pajárez.
Karelia Ramírez, una «fanática de Shein», reconoce que todos los meses compra al menos una vez en la plataforma. La colombiana afirma que se aprovecha de las ofertas en envíos gratis los domingos y de las promociones de la tienda, que ofrece grandes descuentos durante festivos y fechas señaladas.
«Los precios son bastante competitivos si tú comparas lo que se vende en Shein con el resto de las tiendas virtuales de otras marcas, por ejemplo Zara o incluso Aeropóstale, que son consideradas económicas. Shein viene a superar aún mucho más esa barrera», explicó por su parte la cubana Lisandra Romeo
Shein produce ropa en China a costos muy bajos, lo que le permite venderla a precios asequibles Estados Unidos, América Latina, Europa y Asia, a través de envíos directos desde una bien engrasada red de proveedores chinos. La empresa también ha comenzado a operar desde almacenes locales en EE. UU., lo que permite reducir los tiempos de entrega.
Aunque solo funcione en el espacio virtual, Shein ha abierto pop ups o tiendas físicas temporales, donde largas filas de compradores parecen demostrar la buena salud de su modelo de negocio.
Shein ha llegado incluso a colaborar con otros fenómenos de la cultura pop como las series televisivas ‘Game of Thrones’, ‘The Big Bang Theory’ y ‘Friends’ para vender mercancía. Recientemente, la colección de Frida x Shein junto a la Frida Kahlo Corporation, que atrajo a nuevos clientes a la tienda.
La colombiana Ramírez aseguró que «casi compró todos los artículos» alegóricos a la pintora mexicana, que van desde chaquetas y cojines con su imagen hasta vestidos con motivos de sus obras.
La ropa de Shein es muy popular incluso en países como Cuba, donde la plataforma china no hace envíos. «Los cubanos en Cuba no pueden comprar directamente porque necesitas una cuenta de PayPal o una tarjeta de crédito para hacerlo, pero quienes tienen familia en EE. UU. mandan los links y luego eso familiares las envían para Cuba», aclaró Romeo, residente en Miami.
Como muestra del interés de crecimiento de Shein en Latinoamérica, en febrero pasado el gigante chino designó al veterano inversor boliviano, Marcelo Claure, como su presidente en la región. Este nombramiento viene acompañando con el anuncio de que Claure invertirá unos 100 millones de dólares en la compañía.
Sin embargo, ahora, la sombra de Temu se alza como amenaza al reinado de Shein.
Juegos y retos para atraer clientes
«He comprado dos veces ya y prácticamente vivo metida en la plataforma, que siempre tiene buenas ofertas de descuento de envío gratis y además juegos en los que tú participas y te ofrecen artículos gratis a cambio de que tú reclutes a más personas que puedan acceder y se descarguen la aplicación», explicó Romeo.
La agresiva estrategia de mercadeo en redes sociales, junto a precios más bajos y experiencias como juegos y retos, está poniendo rápidamente a Temu en el panorama de las tiendas de bajo costo en la región.
«Compre como un milmillonario» (Shop like a billionare) es la promesa que te recibe cuando se busca la aplicación. En TikTok y YouTube abundan los tutoriales de cómo comprar en la plataforma, con decenas de preguntas ¿y para cuándo en Latinoamérica?
«Estoy muy satisfecha, porque todo me llegó en tiempo y tal y como yo lo esperaba. Lógicamente es una buena competencia en el sentido de que te está ofreciendo casi lo mismo, a un precio mucho más barato», insistió la joven cubana.
Gangas vs Medio Ambiente
Buenos precios y clientes satisfechos pueden hacer olvidar a veces que el fast fashion o moda rápida tiene un lado oscuro. Esta tendencia consiste en diseños baratos, a bajo costo, en grandes volúmenes con materiales no biodegradables que sin embargo, no están pensados para un uso duradero, sino para incentivar la idea de «comprar más y usar menos».
«Nueva temporada, nuevos estilos, compra más, compra barato, cambia, desecha: la contaminación, los desechos y las emisiones de la moda rápida están alimentando una triple crisis planetaria», asegura el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP en inglés).
De acuerdo con la ONU, la industria de la moda es responsable del 10 % de las emisiones mundiales de carbono en el mundo y el 20 % de las aguas residuales, una huella mayor que las de los vuelos internacionales y los barcos de carga combinados.
«La moda rápida es un gran negocio y, si bien los costos ambientales aumentan, los expertos dicen que existe otra forma: una economía circular para los textiles», enfatiza el UNEP.
Sin embargo, la gran mayoría de las alternativas de ropa sostenibles permanecen fuera del alcance de los bolsillos del consumidor medio. Hasta el momento, una de las alternativas que podría ganar terreno frente a la moda rápida es el thrifting o compras de segunda mano, una alternativa asequible para quienes se preocupan por el medio ambiente.