Varios excursionistas regresan a sus vehículos luego de recorrer parte del cañón Golden en el Parque Nacional Valle de la Muerte, California, el martes 11 de julio de 2023. Julio es el mes más caluroso en el parque, con una temperatura máxima promedio de 46,5 grados Celsius (116 grados Fahrenheit). (Foto: AP/Ty ONeil)

PARQUE NACIONAL VALLE DE LA MUERTE, California. — Por poco atractivo que parezca, el Parque Nacional del Valle de la Muerte, en California, está atrayendo visitantes en plena ola de calor de verano en el hemisferio norte.

El Valle de la Muerte es una cuenca estrecha que está a 86 metros (282 pies) por debajo del nivel del mar, pero entre cadenas montañosas altas y empinadas, según el sitio web del servicio de parques. El aire completamente seco y la escasa cobertura vegetal hacen que la luz del sol caliente la superficie del desierto. Las rocas y el suelo emiten a su vez todo ese calor, que luego queda atrapado en las profundidades del valle.

Aunque se prevé que las temperaturas, ya de por sí extremas, sigan subiendo y puedan batir récords en medio de una ola alucinante de calor en Estados Unidos, los turistas siguen llegando a este famoso paisaje desértico situado cerca del límite con Nevada.

Daniel Jusehus tomó una foto a principios de semana de un famoso termómetro fuera del acertadamente llamado Furnace Creek Visitor Center (Centro de Visitantes del Barranco de la Caldera) después de desafiarse a sí mismo a correr bajo el calor sofocante.

“Realmente me di cuenta… No sentía tanto calor, pero mi cuerpo estaba trabajando muy duro para refrescarse”, relata Jusehus, un corredor activo de Alemania que estaba de visita. Su foto mostraba la lectura del termómetro a 48,8 grados Celsius (120 grados Fahrenheit).

La mayoría de los visitantes en esta época del año sólo se aventuran a recorrer una distancia corta a cualquier sitio del parque —que se anuncia a sí mismo como el lugar más bajo, cálido y seco de la Tierra—, antes de regresar al santuario que representa un vehículo con aire acondicionado.

Según los pronósticos para este fin de semana, las temperaturas podrían superar los 54,4 C (130 F), pero eso probablemente no disuadirá a algunos visitantes dispuestos a desafiar el calor. Los letreros en las rutas de senderismo desaconsejan caminar por la zona después de las 10 a. m. Incluso las temperaturas nocturnas superan los 32,2 C (90 F). La temperatura más alta en la zona se registró en julio de 1913 y fue de 56,6 C (134 F), según el Servicio de Parques Nacionales.

Otros parques tienen advertencias añejas para los excursionistas. En el Parque Nacional del Gran Cañón en Arizona, por ejemplo, las autoridades advierten a las personas que se mantengan alejadas de los senderos durante la mayor parte del día dentro del cañón, donde las temperaturas suelen ser más altas que en el borde superior.

En el Parque Nacional Big Bend, en Texas, cerca del fronterizo río Bravo, se espera que sean de por lo menos 43,3 C (110 F). El Servicio Meteorológico Nacional ha dicho que es mejor alejado de la zona por las tardes.

Los avisos de precaución varían según los parques y paisajes, explica Cynthia Hernandez, vocera del servicio de parques. Ciertos senderos pueden estar cerrados si las condiciones son demasiado peligrosas. Las alertas y restricciones se publican en sitios web para cada parque de forma individual, agrega Hernandez.

La información preliminar del servicio de parques muestra que al menos cuatro personas han muerto este año por causas relacionadas con el calor en los 424 sitios de parques nacionales. Eso incluye a un hombre de 65 años de San Diego que fue encontrado muerto a principios de este mes en su vehículo en el Valle de la Muerte, precisó un comunicado de prensa.

El Parque Nacional del Valle de la Muerte enfatiza la importancia de la responsabilidad propia por encima de las expectativas de rescate. Aunque hay guardas que patrullan los caminos del parque y pueden ayudar a los turistas en apuros, no hay garantía de que los viajeros perdidos reciban ayuda a tiempo.

Más de 1,1 millones de personas visitan anualmente el parque desértico al oeste de Las Vegas y que se encuentra mayormente en California y una parte en Nevada. Con 13.848 kilómetros cuadrados (5.346 millas cuadradas), es el parque nacional más grande de los 48 estados inferiores del país. Alrededor de una quinta parte de los visitantes vienen en junio, julio y agosto.

Muchos aventureros se sienten tentados a explorar más allá, incluso después de los horarios límite sugeridos. La actividad física puede hacer que el calor sea aún más insoportable y que las personas queden exhaustas. Las rocas, la arena y el suelo guardan tanto calor del sol que lo siguen irradiando durante el anochecer.

“Se siente como si el sol hubiera atravesado tu piel y se estuviera metiendo en tus huesos”, expresa la guarda del parque Nichole Andler.

Otros dicen sentir que sus ojos se secan por el viento caliente que barre el valle.

“Hace mucho calor. Sobre todo, cuando hay brisa. Uno pensaría que eso aliviaría un poco el calor, pero lo cierto es que se siente como si un secador de aire te diera en la cara”, comenta Alessia Dempster, quien vino de visita desde Edimburgo, Escocia.

Las colinas color marrón del parque tienen carteles que advierten que “el calor mata” y otros mensajes, como una señal en Stovepipe Wells que advierte a los viajeros del “Sol salvaje del verano”.

No obstante, hay varios sitios impresionantes que atraen a los turistas. La cuenca de Badwater, formada por salinas, se considera el punto más bajo de toda América del Norte. El revelador cráter Ubehebe de 183 metros (600 pies) data de hace más de 2.000 años. Y Zabriskie Point es un lugar privilegiado para ver el amanecer.

Eugen Chen, un turista de Taiwán, calificó el parque de “hermoso” y de “emblemático… un lugar muy especial”.

Josh Miller, un visitante de Indianápolis que ha estado en 20 parques nacionales hasta el momento, comparte ese sentimiento. “Hace calor, pero el paisaje es impresionante”, afirma.

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