Nueva York, EE.UU.- Los trabajadores de entrega de comida a domicilio por aplicaciones en Nueva York enfrentan «trato inhumano» que incluye robo de salario, retención de sus propinas, así como agresiones o la desactivación de sus cuentas en las plataformas, además de la peligrosidad de su trabajo que a algunos les ha costado la muerte.
Un estudio dado a conocer este lunes por la Universidad de Cornell ha confirmado las denuncias de estos trabajadores, un gran número de ellos inmigrantes, y sus problemas aumentaron durante la pandemia.
A estos «deliveristas», como se les conoce en el spanglish neoyorquino, y que se estiman entre 60.000 a 65.000, no les cubren las leyes estatales ni federales porque se les considera trabajadores independientes, comentó a Efe Patricia Campos Medina, directora ejecutiva del Instituto del Trabajador de la Universidad de Cornell que hizo el informe.
Uno de los hallazgos del estudio, para el que se entrevistaron «deliveristas» de diversos países, es que no se les paga lo que las aplicaciones han ofrecido (más de 20 dólares por hora). De acuerdo con Campos Medina, el ingreso que finalmente se llevan a casa es de unos diez dólares «al descontarles los gastos» en que incurren los trabajadores, que tampoco cuentan con ningún tipo de seguro.
«Lo más preocupante es que ha habido ataques físicos en contra de estos trabajadores. Les roban para quitarles su dinero y nadie es responsable aunque estén trabajando», señaló y también destacó entre sus problemas que los restaurantes les niegan el acceso a los baños.
Indicó además que la aplicación ni los restaurantes son responsables por ninguno de los gastos de estos trabajadores cuando les roban sus bicicletas, que cuestan más de mil dólares, o cuando los agreden.
«Los trabajadores están completamente solos», sostuvo al destacar la necesidad de que el Concejo municipal apruebe las propuestas de ley que tiene ante su consideración para mejorar las condiciones de trabajo en esta industria y que votarán el 23 de septiembre.
De acuerdo con el estudio, 49 % de los entrevistados dijo haber estado envuelto en un accidente o choque mientras hacían su trabajo; de ellos, un 75 % dijo que tuvo que pagar por sus gastos médicos.
Un 54 % dijo que les robaron su bicicleta y un 30 % de éstos dijo que fueron agredidos durante el robo.
El estudio destaca que estos trabajadores son mayoritariamente gente de color e inmigrantes, vulnerables a la discriminación y maltrato. También enfrentan barreras para acceder a la justicia porque no se les presta atención a sus casos cuando hacen las denuncias del robo de sus bicicletas.
De acuerdo con el concejal Carlos Menchaca, primer concejal de la ciudad de origen mexicano y hoy presidente del Comité de Inmigración, hay posibilidad de aprobar las medidas el 23 de septiembre.
Dijo sentirse muy orgullo de este grupo de inmigrantes por llamar la atención hacia los problemas que enfrentan con las plataformas, entre ellas Uber Eat, Grubhub o DoorDash.
Gustavo Ajche, guatemalteco líder de Deliveristas Unidos, que se creó hace un año, sostuvo que continuarán la lucha hasta lograr que se regule la industria.