En medio de preocupaciones respecto a la inflación, la guerra en Europa Oriental y los cierres de ciudades en China, la semana pasada, el Departamento de Comerio reveló que la economía estadounidense se contrajo 1.4 por ciento, durante el primer trimestre de este año. Pero, como esta contracción ocurre junto al alza del índice de precios al consumidor a una tasa anual de 8 por ciento, eso también ha traído recuerdos alarmantes de la década de los años setenta, cuando el creciente desempleo junto a la galopante inflación fue bautizado como “estanflación.”
Precisamente, un día después del anuncio del Departamento de Comercio, el título del primer editorial del Wall Street Journal (04|29|22) fue “Rumores de Estanflación.” Es cierto, el editorial reconoció que “un trimestre no basta para que haya estanflación,” además de que otros indicadores del primer trimestre fueron más alentadores. Por ejemplo, el gasto de los consumidores aumentó a una tasa anual de 2.7 por ciento, un poco mejor que durante el trimestre anterior, junto a vigorosa inversión de las empresas en equipo.
Mirando hacia adelante, la Reserva Federal se reúne esta semana y ya dijo que aumentará la tasa de interés de los fondos federales en 0.50 por ciento. Además, describirá cómo planea disminuir las compras de bonos del Tesoro y de los garantizados por hipotecas, para reducir el tamaño de la cartera de activos del banco central. Finalmente, el este viernes el Departamento de Trabajo revelará la cifra de creación de empleo en abril y la pregunta es si el promedio mensual permanecerá en alrededor de 600,000, igual que durante los últimos seis meses.
*Analista y consultor internacional, exdirector de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, UNIVISION, TELEMUNDO y otros medios.