Washington, EE. UU.- La Fiscalía General de Maryland (EE.UU.) ha identificado a 600 víctimas de abusos sexuales -muchos de ellos menores de edad- por parte de más de un centenar de curas, que fueron encubiertos por las autoridades eclesiásticas.
Así lo refleja la moción presentada este jueves por el fiscal general de Maryland, Brian Frosh, ante la Corte de Circuito de la Ciudad de Baltimore.
En su moción, Frosh solicita permiso para publicar un informe de 463 páginas sobre los abusos cometidos en la Archidiócesis de Baltimore, donde se detallan las violaciones cometidas por 158 religiosos contra 600 víctimas desde 1940.
Frosh recuerda en la introducción de la moción que «durante décadas» las víctimas de curas católicos han denunciado los abusos que han sufrido y que «durante décadas» la Iglesia los ha encubierto en vez de iniciar una rendición de cuentas y proteger a las congregaciones: «La Archidiócesis de Baltimore no ha sido una excepción», avisó.
La investigación del fiscal comenzó en 2019 y en ella ha tenido acceso a todos los documentos de la Archidiócesis de los últimos 80 años sobre los abusos sexuales y la respuesta de las autoridades eclesiásticas.
Con esa información, más entrevistas a religiosos, empleados civiles de la Iglesia, víctimas y testigos, ha elaborado el informe «Abusos de Clérigos en Maryland», donde aparecen los nombres de 115 curas enjuiciados por abusos sexuales y que la Archidiócesis ha reconocido públicamente; y a otros 43 que han sido acusados pero que no han sido identificados públicamente por la autoridad eclesiástica.
Frosh agregó que las víctimas van desde menores en edad preescolar a jóvenes adultos.
Pocas parroquias dependientes de la Archidiócesis de Baltimore se han librado de tener un cura abusador, aunque el fiscal resalta el caso de una congregación a la que se asignaron 11 religiosos presuntamente involucrados en abusos a lo largo de 11 años.
«Los abusos sexuales han sido tan generalizados que las víctimas a veces informaron de abusos sexuales a curas que eran ellos mismos perpetradores», indicó el fiscal.
La investigación ha puesto también de manifiesto que la Archidiócesis de Baltimore fracasó a la hora de denunciar muchas de esas acusaciones, de llevar a cabo una investigación adecuada, destituir a los abusadores de sus puestos o de restringir su acceso a menores de edad.
Por el contrario, la Archidiócesis, según el fiscal, ayudó a mantener en secreto esos abusos y que los autores no rindieran cuentas ante la Justicia durante décadas, si bien especialmente en los últimos años ha informado a la policía de un gran número de esas acusaciones.
La presentación de esta moción coincide con el vigésimo aniversario de que surgieran los primeros escándalos sobre los abusos cometidos por curas católicos en EE.UU., con una serie de artículos publicados por el diario The Boston Globe.