La aspirante a la candidatura del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de noviembre, Nikki Haley, continúa este miércoles su campaña y su caza al expresidente Donald Trump (2017-2021) con un mitin en Carolina del Sur, su estado natal, siguiente cita clave del calendario electoral republicano.
Aunque todavía falta un mes para las primarias republicanas en este estado (el 24 de febrero), Haley celebrará esta tarde a las 19.00 hora local (01.00 GMT) un rally en la ciudad de North Charleston.
Su equipo de campaña informó este miércoles del lanzamiento de una campaña publicitaria en el estado, con una compra inicial de 4 millones de dólares para la retransmisión de dos anuncios en televisión.
Trump, por su parte, tenía previsto acudir este miércoles a Nueva York para asistir a la vista de uno de los juicios que debe afrontar –el de difamación a la escritora E.Jean Carroll- pero no volverá por ahora al banquillo ya que el juez ha decretado un receso por la enfermedad de uno de los miembros del jurado.
El expresidente no tiene por tanto eventos de campaña en su agenda pública para hoy, un día después de obtener la victoria en las primarias de Nuevo Hampshire con el 54,7 % de los votos, con el 91 % escrutado.
Haley no logró el sorpaso anoche y tendrá que luchar además contra la estadística que muestra que en la historia moderna de las campañas presidenciales todos los candidatos que han ganado Iowa y Nuevo Hampshire han logrado la nominación del partido.
No ganó pero se acercó considerablemente a Trump, con el 43,2 % de los apoyos. Desde la sede de su campaña en Concord, la candidata advirtió anoche que aún no se da por vencida.
«Nuevo Hampshire es la primera (primaria) de la nación, pero no la última» y «la carrera está lejos de terminar, quedan decenas de estados», apuntó quien fuera exrepresentante de Estados Unidos ante la ONU durante el Gobierno del propio Trump.
En un discurso en la fiesta de celebración de su victoria, Trump criticó el discurso optimista de Haley. «No permitamos que alguien se adjudique la victoria cuando tuvo una muy mala noche», afirmó, con un rostro serio, pese a su victoria.
En las primarias de Nuevo Hampshire se reparten solo 22 delegados de los 2.429 que participarán en la Convención Nacional Republicana que este verano debe nominar al candidato que en noviembre disputará la Casa Blanca con el demócrata Joe Biden.
Nuevo Hampshire es la segunda parada de las primarias republicanas presidenciales, que empezaron la semana pasada con los caucus de Iowa, que también ganó Trump y en los que Haley quedó tercera.
Los dos aspirantes se volverán a ver las caras el 24 de febrero en Carolina del Sur, el estado del que Haley fue gobernadora entre 2011 y 2017.
Antes habrá caucus en Nevada (8 de febrero), pero como Haley no se ha presentado los 26 delegados serán otorgados a Trump.
En opinión del profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Carolina del Sur, Kirk A. Randazzo, el acercamiento a Trump es una buena oportunidad para que Haley «genere su momentum» y le da «algo de impulso de cara a Carolina del Sur», apunta a EFE.
Sin embargo, no está seguro de que sea «suficiente» por lo avanzado que está el proceso. «Estas son cosas que realmente deberían haber sucedido antes de que la gente comenzara a acudir a las urnas», afirmó.
De hecho, añadió, tampoco está claro que vaya a ganar en Carolina del Sur porque «el voto cristiano evangélico se inclinará fuertemente a favor de Trump y constituye un porcentaje muy grande de la base republicana».
«Haley necesita ganar y no creo que vaya a hacerlo. No ganar en tu estado natal es extremadamente problemático», aseguró.
En opinión de la profesora de Políticas Públicas de la Universidad Hofstra, Meena Bose, no hay duda de que Trump es «el candidato principal», pero hay muchas cosas que podrían suceder en los próximos meses por los «múltiples casos judiciales y los cargos que enfrenta», civiles y penales.
Por eso, añade a EFE, aunque las cosas parezcan cerradas, son muchos «los desafíos que siguen en carrera».