La tormenta Hilary, rebajada a ciclón postropical, avanza este lunes hacia el noroeste de EE. UU. y amenaza con llevar grandes cantidades de lluvia a Nevada como lo ha hecho en California, donde dejó una gran acumulación de agua, especialmente en el sureste del estado.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) de Estados Unidos advirtió este lunes de que Hilary tiene aún posibilidades de causar estragos mientras avanza por la región intermontañosa del oeste de EE. UU., ubicada entre la cordillera de las Cascadas, la Sierra Nevada y las Montañas Rocosas.
Las lluvias y las tormentas eléctricas persistentes pueden producir inundaciones repentinas en gran parte de Nevada y en el norte de la Gran Cuenca. También se mantiene un aviso de lluvia excesiva hasta el noroeste de Montana.
NWS pronosticó fuertes vientos y ráfagas de hasta 120 kilómetros por hora desde Nevada hasta el sur de Idaho.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), por su parte, ha comenzado ya la tarea de evaluar los daños en California y pidió a los habitantes que estén en la zona de paso de la tormenta a permanecer en sus hogares.
«Va a dejar mucha agua esta tormenta y esto se traducirá en inundaciones, caminos inundados a su paso», señaló Daniel Llargués, portavoz nacional de FEMA en declaraciones a EFE.
FEMA ha desplazó ya a dos equipos especializados a Sacramento, la capital de California, desde donde coordinaran con las agencias en distintos estados la respuesta para enfrentar la tormenta.
El condado de Clark en Nevada, donde se encuentra Las Vegas, declaró el estado de emergencia como preparación para recibir el fenómeno meteorológico.
Hilary llegó a territorio estadounidense el domingo por la tarde dejando una gran acumulación de lluvia especialmente en San Diego, el Valle de Coachella y Palm Springs.
La carretera interestatal 10, que atraviesa el país de este a oeste, ha estado cerrada en California debido a la acumulación de lluvias. Los vehículos varados en mitad de las calles fueron el común denominador en grandes ciudades como Los Ángeles, donde las autoridades se mantienen vigilantes y han pedido a la comunidad no acercarse al principal río de la ciudad y sus desagües
Si bien Hilary llegó a California debilitada como tormenta tropical, dejó caer más de la mitad del promedio de lluvia anual en algunas áreas. En el condado de San Bernardino se alcanzaron los 34 centímetros de acumulación de agua y el condado de Riverside acumuló 29 centímetros.
En el condado de Los Ángeles se rompieron récords con 17 centímetros de agua acumulada en el valle de Leona. En el centro de la ciudad se estableció un récord de lluvia de 5,8 centímetros, rompiendo la marca anterior de 4,3 establecida en 1977 durante el ciclón Doreen, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés).
En California el curso escolar ya ha comenzado y este lunes se tuvieron que suspender las clases en la mayoría de distritos del sur del estado incluido el de Los Ángeles, el segundo más grande del país. Se espera que se reanuden el martes.
El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, que había declarado el estado de emergencia para los condados del sur del estado como medida de previsión a la llegada de Hilary y desplazó a 7.500 soldados de la Guardia Nacional, tiene previsto entregar una evaluación sobre el impacto al final de la tarde de este lunes.
El fenómeno surgió el miércoles como tormenta tropical y llegó a convertirse en huracán categoría cuatro.
En Baja California (México) el paso de Hilary se saldó con un muerto, después que un conductor que viajaba con su familia se ahogara al ser arrastrado por las aguas.