El 8 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Periodista en homenaje al periodista checo Julius Fucik, ejecutado por los nazis el 8 de septiembre de 1943. En América, las celebraciones varían según hechos ocurridos en los países de la región. En los últimos años la credibilidad en el periodismo se ha visto afectada, por la polarización también en los medios, y por la controversiales “noticias” y posturas durante la pandemia. Además, las redes sociales han desplazado también a las agencias de noticias.
Los jóvenes en Estados Unidos sí consumen noticias, pero no les gusta lo que ven. Eso es, a grandes rasgos, lo que se desprende de una encuesta, según la cual el 79% de los jóvenes consumen noticias a diario.
El sondeo de jóvenes de entre 16 y 40 años—los mayores son los llamados millennials y los más jóvenes los llamados Generación Z— fue realizado por Media Insight Project, un proyecto entre The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research y el American Press Institute.
El proyecto desmiente la idea de que los jóvenes no leen noticias, una noción alimentada por cifras según las cuales los que leen periódicos y ven noticias por televisión tienden a ser de mayor edad.
“Están enterados de más maneras de que lo que pensamos”, afirmó Michael Bolden, CEO y director ejecutivo del American Press Institute.
Un 71% de los jóvenes recibe noticias por las redes sociales, pero las fuentes son más variadas de lo que se pensaba. Facebook ya no domina como antes. Aproximadamente un tercio recibe noticias de YouTube e Instagram y una cuarta parte de TikTok, Snapchat y Twitter. Actualmente, un 40% dice recibir noticias a diario de Facebook, comparado con un 57% de los millennials que dijeron lo mismo en un sondeo del Media Insight en 2015.
Aun así, un 45% dice consumir noticias de fuentes tradicionales como la televisión, la radio, los periódicos o los portales de noticias.
Una cuarta parte de los jóvenes, según el sondeo, paga por tener al menos una fuente de noticias, como diarios o revistas impresas u en línea. Un porcentaje similar dona dinero a alguna organización noticiosa sin fines de lucro.
Sin embargo, solamente un 32% de los encuestados dice que disfruta de seguir las noticias, un marcado contraste comparado con el 53% de millenials que dijeron lo mismo hace siete años. También son menos los jóvenes que hoy en día dicen disfrutar de hablar con familiares y amigos sobre las noticias.
Otras conclusiones, como el porcentaje de jóvenes que dice sentirse peor después de leer noticias por internet, o que se fijan un límite de tiempo para estar conectados, señalan a un agotamiento noticioso, estimó Tom Rosenstiel, profesor de periodismo de la Universidad de Maryland.
“Eso no me sorprendió”, expresó Bolden. “Hemos tenido ciclos noticiosos difíciles, especialmente los últimos tres años”.
Aproximadamente 9 de cada 10 jóvenes dicen que la desinformación es un problema y 6 de cada 10 dicen que es un problema grave. La mayoría dice haber estado expuesta a la desinformación.
Cuando se les preguntó a quién consideran más responsable de la desinformación, tienden a señalar por igual a las redes sociales, los usuarios, los políticos y la prensa en general.
Eso podría sorprender a quienes trabajan en el periodismo y creen estar luchando contra la desinformación, expresó Bolden. Una cantidad importante de los encuestados no está de acuerdo.
“Sea cierto o no, los que ejercen el periodismo tienen que aceptar que ésa es la percepción”, advirtió Bolden
Sugirió que las organizaciones noticiosas expliquen mejor qué es lo que hacen y cómo toman las decisiones sobre las coberturas noticiosas. También, añadió, podrían explicar cómo funciona el gobierno y exigir un mayor rendimiento de cuentas a los líderes políticos.
La encuesta AP-NORC abarcó 5.975 personas de entre 16 y 40 años, y fue realizada entre el 18 de mayo y el 8 de junio, usando una muestra AmeriSpeak Panel, diseñada para ser representativa de toda la población estadounidense, y entrevistas en línea. Tiene un margen de error de más/menos 1,7 puntos porcentuales. El panel AmeriSpeak se basa en muestras colectadas al azar por dirección y entrevistas posteriores en línea o por teléfono.