Denver (CO). – Un oculista de Utah enfrenta 14 cargos en una corte estatal que lo acusa de haber realizado operaciones luego de que su licencia médica fuera suspendida, dejando ciegos o con heridas irreparables en los ojos a «numerosos pacientes», incluyendo varios inmigrantes indocumentados.
Según la información difundida este viernes por la Corte del Tercer Distrito de Utah, el oftalmólogo Paul Wade Wyatt, de 52 años, debe responder a cargos de conducta ilegal, de mala práctica profesional y de asalto físico agravado en siete casos de personas que perdieron su visión o quedaron con visión reducida o dañada en 2018.
Información previamente divulgada por la División de Utah de Licencias Ocupacionales y Profesionales, revela que Wyatt se graduó de la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah en 1996 y que en 2007 fue disciplinado por la Junta de Medicina del Estado de Wyoming.
Wyatt se trasladó a Utah, donde recuperó su licencia, pero la volvió a perder en octubre de 2016, por «no cumplir con las normas de tratamiento y cuidado de los pacientes», luego de investigaciones a cargo de la fiscalía estatal, pero continuó realizando operaciones.
Se presentaron cargos después de que siete pacientes suyos «sufrieron heridas que van desde ceguera a dolor extremo y visión borrosa».
Una de las personas enumeradas en la acusación es el indocumentado Robert Arias, ahora parcialmente ciego y quien en octubre de 2019 presentó una demanda judicial por 10 millones de dólares contra Wyatt por mala praxis por una operación de cataratas en 2018 en una clínica comunitaria en Millcreek, un suburbio al sureste de Salt Lake City.
En ese momento, dice la demanda, Wyatt ya había perdido su licencia, se le había prohibido practicar medicina, y no tenía permiso para supervisar empleados. Además de la ceguera parcial, el rostro de Arias quedó «permanentemente desfigurado» por la operación.
La acción judicial revela que Wyatt buscaba intencionalmente atraer a pacientes latinos indocumentados, por lo que la fiscalía de Utah indicó que existen «víctimas adicionales» de Wyatt que, por su situación inmigratoria irregular, no han hecho la denuncia correspondiente o no se han presentado todavía ante las autoridades.
Las autoridades creen que por lo menos dos inmigrantes quedaron ciegos y «varios otros» con daños permanentes.
La fiscalía investiga además la participación en el ilícito de la esposa de Wyatt y de otras diez personas que trabajaban en la clínica donde se realizaron las operaciones.